El pasado 25 de febrero el Reino de Marruecos llamó a consultas durante una semana a su encargado de negocios en Teherán. Rabat había pedido explicaciones a las autoridades iraníes por un comunicado publicado por la agencia oficial de noticias iraní, IRNA, en el que había “expresiones inaceptables” dirigidas a Marruecos, después de que el reino alauí manifestara su solidaridad con Bahréin a propósito de unas declaraciones de un consejero del ayatolá Alí Jamenei que cuestionaban la soberanía de Bahrein.
Según informaciones publicadas por los medios de comunicación, Ali Akbar Nateq Nouri, consejero del líder supremo iraní, dijo el mes pasado que Irán tiene soberanía sobre Bahréin.
El comunicado señala que, finalizado el plazo de una semana, Marruecos no ha recibido ninguna explicación por parte de las autoridades iraníes. El Ministerio calificó esta actitud de “inadmisible”. Además, acusó a Irán, especialmente a su representación diplomática en Rabat, de ingerencia en los asuntos internos del reino por intentar alterar los fundamentos y la unidad religiosa del país, cuyo credo oficial es el Islam suní malekita.