Dicen que lo mejor es acudir al dentista, por lo menos, una vez al año pero según el Instituto Nacional de Estadística, esta recomendación no se cumple en La Rioja. Y es que según el INE, unos 125.000 riojanos no acuden al dentista desde hace un año o más. Y 19.600 no lo han hecho nunca. Unas cifras excesivamente altas porque el cuidado de la salud bucodental ayuda al control de la diabetes, a prevenir las enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Además, la observación de determinados aspectos bucodentales pueden revelar problemas renales.
A nivel nacional, y también según los datos del INE, sólo la mitad de los niños se cepilla los dientes cada día y menos de la mitad de los adultos -el 43%- sigue hábitos constantes de prevención. Y la importancia de una buena salud bucodental es fundamental porque, según diversos estudios, ésta está directamente relacionada con nuestro estado de salud y muestra indicios y síntomas de lo que sucede en nuestro organismo.
La boca es un ecosistema complejo en el que están presentes muchas bacterias, que se mantienen en equilibro cuando el ecosistema permanece sano. Sin embargo, el desequilibrio biológico provoca que las bacterias responsables de las caries dentales, las enfermedades periodontales e, incluso, de enfermedades sistémicas que afectan a la salud general encuentran en la cavidad bucal una vía de entrada al torrente sanguíneo.
Y para mantener el equilibrio en el ecosistema bucodental, aseguran los expertos, es necesaria una buena higiene bucal, basada en el cepillado y el uso hilo dental diario. Según la publicación especializada Dentistry Today, “muchas enfermedades que afectan al organismo en su conjunto tienen su primera manifestación en la cavidad bucal”.
La relación entre salud general y salud bucodental es bidireccional, las personas con sistemas inmunológicos débiles tienen más probabilidades de tener mayores niveles de infecciones en la boca. Las enfermedades gastrointestinales, respiratorias y vasculares también afectan al estado de salud bucodental. Los medicamentos y la carencia de determinados nutrientes también generan problemas en nuestra boca.
Es importante incluir en nuestros hábitos de cuidado de la salud, las revisiones periódicas de nuestra boca, a modo preventivo y como parte del cuidado de nuestra salud en general. Es recomendable acudir al dentista cada 6 meses. Una práctica buena para la salud y para el bolsillo, ya que la prevención y la detección precoz evitará multitud de tratamientos y nos permitirá mantener nuestra dentadura mucho más tiempo.
Sin embargo y a pesar de las recomendaciones científicas, acudir de forma preventiva al odontólogo no es un hábito muy instaurado en nuestro país y ahí están las cifras del Instituto Nacional de Estadística.