El Gobierno de La Rioja, a través de la Dirección General de Medio Natural y Paisaje y como socio en el Proyecto LIFE Ebro Resilience P1, ha realizado la restauración ambiental del meandro de La Roza, en Alfaro. Una actuación que se suma a la ya concluida adecuación morfológica del Ebro en este paraje, ejecutada por la Confederación Hidrográfica del Ebro, y que ha permitido recuperar 22 hectáreas de espacio fluvial, una medida basada en la naturaleza para reducir el riesgo de inundación.
Tres comunidades autónomas, La Rioja, Navarra y Aragón, participan en el proyecto LIFE Ebro Resilience P1, que tiene una duración de 6 años y cuenta con una inversión total de 13.310.350 millones de euros, con financiación europea en un 55%.
La ejecución de este proyecto va a permitir introducir 4.650 ejemplares de especies propias de la ribera del Ebro y sus sotos, imitando el crecimiento natural de la vegetación de ribera y ocupando unas 12 hectáreas de superficie de intervención.
Asimismo, se sumará también unas primeras plantaciones de estaquillas que se llevaron a cabo en los límites del nuevo cauce de alivio integradas en la adecuación morfológica. En concreto, se plantarán 1.800 chopos, 1.250 álamos, 1.390 fresnos, 140 sauces blancos y 70 cerezos. La plantación se realizará creando tres zonas diferenciadas. La primera, una mancha próxima al cauce actual configurando una fresneda-alameda de álamo negro de 4 hectáreas. La segunda se encuentra en la margen izquierda del cauce de alivio y es una fresneda y alameda de álamo blanco, de 5,5 hectáreas.
Por último, la zona que se encuentra entre el cauce de alivio y la nueva defensa del río, que ha sido retranqueada para ganar espacio fluvial, se convertirá en una alameda mixta de 3 hectáreas. Además, se incluye la implantación de una cubierta vegetal en 2 hectáreas. La intervención de adecuación morfológica y restauración ambiental del Ebro en el meandro de La Roza tiene un presupuesto total de 2,2 millones de euros.
Las 22 hectáreas de llanura fluvial recuperadas se han integrado como espacio protegido en la Red Natura 2000, con la retirada de 1.343 metros de diques defensivos que constreñían el río y la construcción de una defensa más reducida, de 899 metros y alejada del cauce, devolviendo ese espacio al río.
Este proyecto es, además, un ejemplo de coordinación y cooperación institucional en el tramo de intervención, siendo sus socios el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través de sus empresas TRAGSA y TRAGSATEC; Confederación Hidrográfica del Ebro; Gobierno de La Rioja; Gobierno de Navarra, a través de Gestión Ambiental de Navarra, S.A. (GAN-NIK); Gobierno de Aragón y el Instituto Aragonés del Agua.