Algo más de 400 especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria, la gran mayoría de los cuales ejercen como médicos rurales, se dan cita a partir de este viernes en la cuarta edición de las Jornadas de Medicina Rural de la semFYC que este año recala en Logroño entre el viernes 25 y el sábado 26 de octubre. La convocatoria tiene una orientación dual en base a un programa que incluye actualizaciones de las competencias médicas y el análisis de los mecanismos de atención sanitaria propios de este ámbito.
Las médicas y los médicos de familia que desarrollan su actividad en el medio rural deben tener “una extraordinaria disciplina para mantener actualizadas sus competencia y habilidades en un entorno donde desarrollan su actividad solos o acompañados de otros profesional, en un contexto de dispersión y cubriendo amplias zonas”, explica el presidente de la semFYC, Salvador Tranche, para quien los contenidos del programa de las cuartas Jornadas Medicina Rural de la semFYC son un fiel reflejo de los temas de fondo que atañen a la realidad de la llamada ‘España vaciada’.
En este sentido, el presidente de la semFYC pide ir más allá de análisis que únicamente se fija en la escasa densidad de población y la dispersión. Se debe incorporar al debate la situación social del ámbito rural que se caracteriza por el mayor riesgo de exclusión social, mayores tasas de desempleo, envejecimiento y dependencia. El presidente de la semFYC, con la mirada puesta en los profesionales, considera que “a veces existe una visión idealizada del mundo rural como un espacio feliz donde el médico puede disponer de ese elemento tan esencial para su desempeño profesional como es el tiempo.Sin embargo la realidad es muy distinta”.
Según señala Tranche, debido a la enorme dispersión, “las médicas y los médicos de familia emplean gran parte de su tiempo en desplazamientos, con el consecuente riesgo personal que entrañan los accidentes in itinere; tienen, por su aislamiento profesional, notables dificultades para mantener su competencias y habilidades en un entorno donde, su oferta de cartera de servicios debe de ser lo más amplia posible para resolver el máximo número de problemas de salud de sus pacientes para evitarles desplazamientos gravosos”.
Interés creciente por la Medicina Familiar y Comunitaria rural
Desde el Grupo de Trabajo en Medicina Rural se constata un progresivo interés hacia este ámbito de atención que se confirma con el aumento del número de participantes en las Jornadas: desde la sesentena de personas que asistió a las primeras en Ávila, hace 4 años, a los 400 inscritos que alcanzan este año en Logroño.
Para la la nueva coordinadora del GdT en Medicina Rural, Teresa Méndez García “el empuje de la Sociedad Riojana de Medicina de Familia y Comunitaria ha sido muy importante. En ese sentido, pienso que la localización ha sido un acierto, en Logroño y alrededores hay muchos médicos rurales. En segundo lugar, pienso que los compañeros del grupo hemos puesto mucha ilusión y dedicación en hacer un programa interesante y completo, y sobre todo intentando darles voz a otros médicos del ámbito rural y a los Jóvenes Médicos de Familia y Residentes”.
El perfil de la médica o el médico de familia rural
Las particularidades del medio, con su ya señalada dispersión territorial y de recursos favorece que los especialistas que ejercen en este entorno deban alcanzar un elevado nivel competencial. Así, como señala Salvador Tranche, “se debe disponer y conocer la excelsa cartera de servicios para lo que deben desarrollar un elevado número de competencias y habilidades orientado a resolver problemas de salud en su zona”.
En el programa de las jornadas se reflexionará sobre esta cartera de servicios y habilidades: “¿De qué no sabe un médico rural?: Ecografía, MAPA, Espirometría, Retinografía, Dermatoscopia, Cirugía menor, Infiltraciones, Abordaje familiar, Urgencias (Crisis Asmáticas, EPOC descompensado, Insuficiencias Cardíacas, Diabetes descompensada, Traumatismos, Urgencias Psiquiátricas, etc...)”, y se plantea la mesa “¿Cabeza de ratón o cola de león?”.
Programa dual
Entre las actividades del programa destacan talleres de actualización en el abordaje de urgencias rurales y en cuidados paliativos. Ambas actividades entrañan un reto para la medicina rural dado que “se atiende a la población en continuidad durante toda la vida y se abordan desde problemas ginecológicos, a temas de salud mental, hasta cirugía menor. Todo ello para que los pacientes puedan contar con atención sanitaria en las condiciones más adecuadas y sin tener que desplazarse”, señala la coordinadora del Grupo de Rural, promotor de las Jornadas, Teresa Méndez García.
Además del impulso en lo que a habilidades y competencias se refiere, las Jornadas de Medicina Rural de la semFYC recogen en su programa espacios para la reflexión sobre los componentes propios de la prestación de atención sanitaria en el medio rural. En este sentido, la conferencia inaugural “La medicina rural. Medicina clínica polivalente y comunitaria comprometida” correrá a cargo del reconocido médico Juan Gérvas.
Asimismo, los programas transversales de la semFYC de Comunicación y Salud y el PACAP (Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria) ofrecerán sendas mesas. Entre las participaciones en las mismas destaca la asistencia del médico de familia y profesor premiado internacionalmente, Francesc Borrell.
Cabe señalar que la concentración de 400 especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria en Logroño es significativo hasta el punto de que se multiplica por dos el número de profesionales médicos de esta especialidad en La Rioja, que alcanza los 206 en Atención Primaria, según los datos más actuales que ofrece el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
Críticas a la gestión
En el trasfondo de las Jornadas, se halla el análisis de cómo es la atención sanitaria en la ‘España vaciada’. Desde la Junta de la semFYC, el presidente, Salvador Tranche, valora críticamente la situación: “No es fácil, más aún cuando la administración sanitaria no aporta ningún incentivo para los profesionales: ni económicos, ni en baremación, ni en reconocimiento para traslados, OPES, ni en recursos que palien el aislamiento o la formación y donde mantener el consultorio abierto es una moneda de cambio política, pactada o conseguida con el alcalde de la localidad”.
Para Tranche “la solución no es mantener consultorios abiertos sin ningún sentido, pues esto no va a reducir la migración, la pobreza o la exclusión social”. Por el contrario, “se hace necesaria una política más sistémica: social, educativa, tecnológica, sanitaria”.
Desde[C1] la Junta de la semFYC se apuntan, entre otras, las siguientes necesidades: la atención tanto a la dependencia, como domiciliaria; la mejora de los transportes; y el fomento y promoción de las redes comunitarias y tecnológicas para combatir la dispersión con la tecnología.
Para impulsarlo es necesario “aportar dotación orientada a posibilitar una cartera de servicios elevada y óptima que incluya ecografía, teledermatología o cirugía menor, a fin de que posibilite maximizar las competencias; así como flexibilizar la organización y potenciar la autonomía profesional”, apunta Tranche.
Además, también se reclama el desarrollo de la medicina de familia, la enfermería familiar y comunitaria y el personal administrativo hasta su ‘techo competencial’ apoyando estas políticas con “incentivos profesionales y económicos”.
Por el contrario, entre los elementos que la semFYC ve como mejoras positivas, destaca el aumento que los futuros médicos de familia en formación (los MIR) rotan en el 100 % de los casos por el ámbito rural. A pesar de ello, tal y como el Grupo de Rural ya se señaló en la Declaración de Ávila se debe trabajar para “Fomentar la presencia de la Medicina Rural en la formación pre y postgrado de Medicina y Especialidades Biosanitarias. Mantener y afianzar la rotación rural obligatoria en el Programa Formativo de las Unidades Docentes multiprofesionales de Familia y Comunitaria”.
La celebración de las cuartas Jornadas de Medicina Rural y el gran número de inscritos constatan la fortaleza y penetración que van adquiriendo grupos como el de Medicina Rural, que desde hace años impulsa jornadas y promueve debates internos, potenciando la formación orientada específicamente al mundo rural.