Más del 60% de Sur de Sudán ya ha acudido a las urnas

Sur de Sudán está viviendo unos días que marcarán el futuro de su población, pues del resultado del referéndum que está celebrando durante esta semana dependerá que se independice de Jartum y nazca como nuevo Estado o que siga siendo una región más del inmenso Sudán. Por el momento, a falta de que finalice la votación, los únicos datos que se conocen son los de la participación.

Así, según ha informado Anne Itto, una dirigente de la formación gubernamental de la región, el Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM), el número de sursudaneses que ya han acudido a las urnas supera el 60 % mínimo requerido para que la votación sea válida.

“Me consta muy bien que, pasados tres días de votación, ya se ha superado el umbral del 60 por ciento”

, declaró Itto a los periodistas en la capital de Sur de Sudán, Juba. La comisión organizadora no ha confirmado de momento este extremo.

Las normas establecen que se requiere un mínimo del 60 % de participación para que el referéndum sea válido. Aparte, se necesita más de un 50 % de votos favorables para que se conceda la independencia, lo cual se da por descontado.

El referéndum visto desde fuera

Mientras la votación transcurre, el gobierno de Estados Unidos parece satisfecho de la manera en que están transcurriendo los acontecimientos. Así, a través de su Departamento de Estado elogia a los líderes de la región y del resto del país por su cooperación y por la alta participación en los comicios.

De esta manera, el secretario estadounidense de Estado adjunto para Asuntos Africanos, Johnnie Carson, ha asegurado que “ahora nos podríamos encontrar en la máxima cúspide de ver el final de una de las tragedias y guerras más largas de África”.

Pese a los disturbios registrados en la región de Abyei, Carson insiste en felicitar a las autoridades de las dos partes

implicadas por “su tratamiento de esta monumental, difícil e histórica misión”. Concretamente, mencionó la visita, días antes de la votación, del presidente sudanés, Omar Hassan al Bashir, a Juba, algo que calificó como “un acto de enorme valor político”. Carson opina que los dignatarios de Sudán y Sur de Sudán no tienen interés alguno en que fracase el acuerdo de paz.

Respecto al funcionamiento de la consulta, el embajador en Jartum, Princeton Lyman, comenta que los centros electorales están bien organizados y que no se están registrando problemas de seguridad. El legado concluye que la votación ha ido “muy bien” y que el ambiente en todo Sudán “ha sido muy positivo”.

Como resultado de estos éxitos, Lyman adelantó que Washington comenzará el proceso para estudiar si retira a Jartum de la lista de países afines al terrorismo, pero para ello son necesarios “ciertos análisis y ciertas consultas con el Congreso”.

Preocupación por Abyei

Sin embargo, pese a los avances, el secretario de Estado adjunto recuerda que todavía queda “trabajo crítico” por hacer, como la resolución del estatus de la región de Abyei, la ciudadanía, las fronteras y el reparto de los ingresos del petróleo. Abyei debe celebrar un referéndum posteriormente para decidir si continúa bajo la soberanía nacional o se une a Sur de Sudán, en el caso de que esta región finalmente se independice.

En Abyei, las fuerzas internacionales de Naciones Unidas se encuentran en estado de alerta dada la preocupación de la organización internacional por los recientes incidentes violentos en los que ya han perdido la vida 33 personas.

Ante esta situación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha condenado en un comunicado la pérdida de vidas e instó a los líderes del Partido del Congreso Nacional y al Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán a mantener la calma.

“La Misión de la ONU en Sudán [UNMIS] ha intensificado su patrullaje en la zona y se encuentra lista para reforzar los destacamentos desplegados en Abyei de ser necesario”, dijo su portavoz Martin Nesirky.

Nesirky añadió que la Misión de la ONU se encuentra en contacto con los grupos rivales para calmar las tensiones y prevenir una escalada del conflicto.