Mayores, más contentos

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A partir de los 48 años los hombres son más felices que las mujeres, gracias a que alcanzan sus metas en dos aspectos principales: la familia y las finanzas. Y es que las mujeres son más felices en los inicios de la edad adulta pero no alcanzar objetivos hace que el brillo se apague, como señala un estudio publicado por el 'Journal of Happiness Studies', y realizado por las Universidades de Cambridge y del Sur de California.

La investigación realizada por el profesor Anke Plagnol, de la Universidad de Cambirdge, y por el economista Richard Easterlin, de la Universidad del Sur de California, descubrió que las mujeres son menos capaces de alcanzar sus metas en la vida, por lo que pierden primero su felicidad, a pesar de que son más dichosas en el inicio de la edad adulta.

El estudio, del que informa la Universidad del Sur de California a través de un comunicado, es el primero que utiliza datos representativos a través de varias décadas, con el objetivo de conocer el peso que tienen los deseos no cumplidos en las personas a la hora de sentirse realizados.

La investigación señala dos aspectos como los más importantes a la hora de alcanzar la felicidad en la edad adulta: la familia y las finanzas. A los 41 años los hombres alcanzan la satisfacción financiera, y a los 64 la familiar. Eso propicia que a los 48 superen en felicidad a las mujeres.

ASPIRACIONES SIMILARES

En relación al amor, hombres y mujeres tienen aspiraciones parecidas a lo largo de toda la vida, por lo que en este aspecto no se establecen diferencias, señala el estudio. En total, nueve de cada diez personas de ambos sexos alcanzan la vida adulta con un matrimonio feliz. En relación con los niños tampoco se establecen grandes diferencias, por lo que el estudio vuelve a insistir en que las diferencias la establecen los logros alcanzados.

Para los hombres, en general, el periodo más triste de su vida es recien salidos de la juventud, cuando son más propensos a ser solteros. Además, en esa época los jóvenes también están menos satisfechos con su situación financiera, a pesar de que tienen una mayor experiencia.

A partir de los 34, los hombres tienen más posibilidades de estar casados que las mujeres, brecha que aumenta con el tiempo. Además, los hombres empiezan a estar más satisfechos con la vida familiar. Esto no significa que casarse sea imprescidible para ser feliz, indican los autores del estudio.