Durante el verano de 1969, un grupo de jóvenes de Cenicero convencieron a don Manuel, el párroco del pueblo, para coger una mochila y salir al monte. Montaron un campamento en la zona de “La Peña”, con pocas comodidades y muchas ganas de pasarlo bien. En los 70, el campamento se fue asentando y se preparaban dos turnos: uno para chicas y otro para chicos. Villoslada, Fresneda, El Rajao (Tobía), Montenegro o Pazuengos son algunos de los parajes en los que se instalaron los niños cenicerenses que participaban en este campamento que fue parroquial hasta 2006, cuando la Asociación Juvenil El Refugio tomó el relevo hasta hoy.
“Evidentemente las comodidades del campamento actual no se parecen en nada a las del primero, incluso hay cambios muy importantes de hace 15 años a hoy”, explica la presidenta de El Refugio Puri Anguiano, “en aquellos primeros campamentos construían puentes, mesas, bancos... y, cuando yo era acampada, hace no muchos años, teníamos una letrina, una ducha de agua fría y una fuente que traía el agua del río y se cloraba para que pudiéramos beber”. Ahora, explica, “hacen falta unas instalaciones muy preparadas, controles, papeleo y una preparación específica para ser monitor”.
Sin embargo, después de cincuenta años, la esencia de aquellos chavales que cogieron la mochila y marcharon a “la Peña” sigue intacta. “Es un campamento muy familiar”, cuentan los monitores, “en la asociación nos encargamos de organizar, idear las actividades y tratamos de preparar doce días estupendos para los niños, pero sin la ayuda de los padres y colaboradores sería imposible. Nos ayudan con el montaje de las instalaciones, son cocineros, recaderos y lo que los pidamos”.
Esta edición será un homenaje lleno de sorpresas
El próximo miércoles 17 de julio comenzará la edición cincuenta del campamento
. Se instalarán en el pequeño pueblo de Bezares, en un entorno con una pequeña granja y una huerta. Aunque todavía quedan algunas plazas libres, “este año estamos muy satisfechos con el número de valientes que pasarán unos días del verano con nosotros”. 43 niños de entre 6 y 16 años participarán en esta experiencia que se alargará hasta el domingo 28 de julio. Puri, que es también la directora del campamento, explica que “no solo vienen niños de Cenicero, el campamento se ha ido conociendo en los pueblos vecinos y se apuntan a veces más que del pueblo. No queremos que se pierda la tradición en Cenicero”.
“Estamos muy contentos de que esta actividad cumpla 50 años, queremos que este año sea especial; hemos invitado a personas que han sido parte importante de estos años de historia para que se acerquen a contar a los nuevos acampados cómo era el campamento en su época”, detalla los monitores. Seguro que entre estás explicaciones surgen muchas anécdotas, como algunas que la directora logra recordar: “yo misma fui monitora durante muchos años de los que ahora son mis compañeros y son innumerables las personas que han pasado por todas las fases: acampado, monitor, padre o madre de acampado y cocinero; incluso los padres de un niño que viene ahora al campamento se conocieron en uno”.