La actriz Meryl Streep reconoce ser “muy afortunada” por no haber perdido “nunca el alma ni las ganas de trabajar”, así como por haber podido interpretar a un “desfile de mujeres muy variadas e interesantes” en una extensa carrera que “nunca ha estado guiada por razones estratégicas”. Streep ha recibido el premio Donostia del Festival de San Sebastián de la mano del director Jonathan Demme.
Streep, que es la segunda galardonada con el Premio Donostia de esta edición del certamen donostiarra tras el galardón que recogió Antonio Banderas el pasado viernes, compareció ante una abarrotada sala de prensa en un encuentro en el que desplegó simpatía y buen humor en todas sus respuestas. Agradece a “todo el mundo” la acogida y “hospitalidad” que ha tenido a su llegada a San Sebastián y dijo estar “encantada” de haber venido al certamen.
La actriz estadounidense manifiesta que para ella es “un gran honor” recibir el Premio Donostia y señala que hasta el momento no había podido acudir a San Sebastián porque coincidía con las vacaciones de sus hijos. Además, alabó la “maravillosa comida” que ya le había recomendado Robert De Niro, quien le animó insistentemente a acudir a la capital guipuzcoana.
La protagonista de 'Los puentes de Madison' afirma que su versatilidad a la hora de realizar tanto dramas como comedias se debe únicamente a que son los guiones que le fueron llegando en cada momento determinado y que, al no ser productora, no posee control sobre los mismos. “Soy una chica que espera a que la saquen a bailar”, aseveró.
Tras asegurar que su buena fama entre sus compañeros de profesión se debe a que les paga “un montón de pasta” para que hablen bien de ella, Streep consideró que la mayoría de los actores y actrices que conoce “han mejorado con el paso del tiempo” porque tienen “más comprensión de lo que es estar vivo”, aunque ya no posean la belleza de los más jóvenes, aunque matizó que “hay historias interesantes que se pueden contar con gente de cualquier edad”.
“TRADUCTORES DE EXPERIENCIAS”
En cuanto a su percepción de la interpretación, recuerda que cuando era “muy joven” no pensaba que quería ser actriz y que entonces era más importante “lucir que comunicar”. No obstante, con el paso del tiempo comprendió que los actores son “traductores para el público”. “Somos personas que recopilamos experiencias y las devolvemos al mundo y eso es maravilloso”, apuntó.
En esa línea, la interprete de 'Kramer contra Kramer' asegura que las películas se hacen “para toda clase de público” pero que no saben a quién van a gustar y precisa que lee los guiones que le llegan pensando “si esos trabajos tienen un lugar en el mundo”. De este modo, señaló que son muchas las razones las que pueden hacerle decidirse por interpretar un film, aunque destacó que nunca ha tomado “decisiones estratégicas” para avanzar en su carrera al elegir un papel.
Meryl Streep afirma que su carrera está llena de un “desfile de mujeres muy variadas e interesantes” y reconoció ser “muy afortunada” por no haber dejado de trabajar en todos estos años. “A los 40 años le dije a mi marido que tendría que jubilarme, pero me han seguido llegando trabajos”, apunta, para añadir que quizá se debe a que “hay más mujeres en la industria en el tema de la financiación que están dispuestas a apostar por proyectos que, si no, no habrían visto la luz”.
“No he perdido nunca el alma ni las ganas de trabajar”, afirma la oscarizada actriz, quien subrayó la importancia de la “imaginación” a la hora de llevar a cabo sus interpretaciones y que en cada uno de sus papeles hay algo de ella misma.
Además, expresa que sólo ha sentido “gratitud y felicidad” en su trabajo, aunque manifestó que le “frustra” el tipo de promoción y marketing que se realiza actualmente de las películas, sobre todo en el caso de las actrices jóvenes.
BARACK OBAMA
La actualidad política también estuvo presente en la rueda de prensa y preguntada por la posibilidad de que Barack Obama llegase a presidente de EE.UU. lanza un grito de felicidad y dijo que “el mercado financiero del mundo subiría vertiginosamente”. No obstante, si el vencedor de las elecciones fuese el candidato republicano John McCaine, señala que ella “podría empezar a buscar piso para vivir en San Sebastián”.
Por otro lado, la actriz considera que el proceso cinematográfico “se ha acelerado tanto hoy” con los nuevos montajes digitales que ya no son posibles rodajes épicos como el de 'Memorias de África'. En ese sentido, lamentó que todo “sea tan rápido” en el proceso de creación de una película y apuntó que el “tiempo” puede ser una de las diferencias entre el cine norteamericano y el europeo.
Por último, preguntada por si se plantea dirigir películas en el futuro, señala que la mayoría de los directores con los que ha trabajado “piensan que ya lo he hecho antes”, ya que siempre intenta aportar en los filmes en los que interviene. “Dirigir es un trabajo de 24 horas al día y hasta ahora estaban mis hijos. La pequeña tiene 17 años y cuando ella se independice quizá pueda hacerlo”.