A pesar de la insistencia de los periodistas, Carlos Pouso no ha querido desvelar ni un solo nombre ni movimiento. Ha sido cauto durante su presentación como nuevo entrenador de la UDL, esquivando una a una todas las preguntas que requerían concreción en sus respuestas. Sí ha querido aclarar que su aspiración es llevar al equipo a “puestos en los que no ha estado nunca, entre los cuatro primeros”. “Vengo con la ilusión de que el equipo juegue el play off y ojalá ascienda”, ha añadido.
A lo largo de esta primera semana al frente del equipo pretende estudiarlo en profundidad y comunicar cuanto antes las bajas a los jugadores que no vayan a seguir en el proyecto “para que estén cuanto antes en el mercado”. Los nuevos fichajes aún tardarán en llegar y se regirán, según Pouso, por la regla de las tres B: “bueno, bonito y barato”. En este sentido, ha aclarado que será prioritaria la proximidad geográfica. “Buscaremos chicos de La Rioja, Vitoria, Pamplona, Bilbao... Puede llegar algún andaluz, pero lo cierto es que cuanto más cerca estén, mejor”.
El técnico vasco también ha dejado claro que no va a entar en cuestiones económicas ni de duración de contratos. “Yo elegiré a los jugadores y el club se encargará del resto”, ha afirmado, para apuntar que él no va a mirar el DNI ni el contrato de ninguno a la hora de tomar decisiones. “Conmigo jugará el que esté mejor”.
En cuanto al estilo de juego que se plantea en este nuevo proyecto, Pouso apuesta por un equipo camaleónico que sepa adaptarse a las situaciones que se vayan dando en cada partido. En este sentido, no ha querido eludir responsabilidades. “Cuando el flautista toca bien, las ratas suelen seguirle, ójala no me equivoque y las tire al río”.
Aunque se define como “un hombre de proyecto”, Pouso ha firmado un contrato inicial de dos años, prorrogables por uno más. “Suelo firmar año a año, aquí he firmado por dos años porque el club lo ha querido así, pero desde luego, si la cosa no va bien, esto se rompe, es como un matrimonio, no tiene por qué mantenerse porque lo ponga en un papel”, ha aclarado.
Para acabar con los rumores y especulaciones, el nuevo entrenador ha aclarado que recibió la llamada de la UD Logroñés el pasado lunes. “En temporadas anteriores había tenido un par de acercamientos con el Recreación y con la UDL pero no terminó de cuadrar porque no era el momento”. Es totalmente consciente de lo que cuesta “salir de este pozo que es la Segunda B, pero cada perro debe mirar su cola, y yo ahora tengo que mirar esta”.