Los hogares de cientos de familias batwa han sido destruidos en los últimos meses, por lo que se han visto forzadas a vivir a la intemperie durante la estación de lluvias.
Las autoridades planean destruir todos los techos de paja del país antes del próximo mes de mayo. Según esta destructiva iniciativa, las familias que se lo puedan permitir deberán construir nuevas casas asumiendo los costes.
Se supone que a los más pobres (entre los que se incluyen casi todos los batwa) se les darán planchas de hierro para reemplazar la paja, y que los enfermos y los ancianos deberían recibir casas completamente nuevas. Pero muchas cabañas han sido destruidas sin que se hayan entregado las nuevas viviendas.
Entre los más afectados están los batwa, el sector de la población más marginado en la sociedad ruandesa. Los batwa de Ruanda están sometidos a diario a un racismo y a una discriminación muy arraigados.
Se dice que 30.000 techos de paja han sido destruidos en los últimos tres meses sólo en la región Provincia Sur. Miles de familias se han quedado sin hogar.
El gobernador de Provincia Sur ha justificado las demoliciones diciendo que “la gente parecía feliz de quedarse en sus casas con techos de paja y no mostraron ninguna intención de dejarlas”. Survival International ha presentado una queja ante las autoridades de Ruanda.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: “Destruir los hogares de los batwa, en contra de sus deseos, para dejar que se empapen bajo las lluvias, suena a broma macabra o a un comportamiento propio de una fuerza enemiga. El hecho de que sea su propio Gobierno el que lo esté haciendo ‘por su propio bien’ muestra una arrogancia deplorable. No mejoras las viviendas de la gente demoliendo las que ya existen y dejándolos sin nada”.