Isabelle Caro murió el pasado 17 de noviembre en un hospital de Tokyo aquejada de una neumonía, según publica la edición digital de 'Paris Match'. La joven modelo, de 28 años, había saltado a la fama mundial gracias a las imágenes que el antiguo fotógrafo de Benetton- Toscani- le hizo para una campaña de Nolita. Entonces medía 1,64 cm y pesaba 31 kilos. En la campaña, prohibida en toda Italia, Isabelle aparecía totalmente desnuda para, según ella, “alertar a todas las jóvenes mostrándoles los peligros de las dietas y de los dictados de la moda”.
Ella misma aceptó poner rostro a la cara más salvaje de una enfermedad bien conocida para todos en los últimos años. Mediante su desnudo, Toscani pretendía mostrar a la sociedad la faceta más dura de una persona que estaba enferma desde los 12 años. Isabelle llegó a pesar 25 kilos en 2006, cuando pasó varias semanas en coma.
La modelo francesa publicó una autobiografía en 2008, 'La pequeña niña que no quería ser gorda', un relato en el que contaba su dura lucha desde que comenzó a padecer anorexia en su infancia debido a las contínuas presiones de su madre.
Tras la polémica campaña de Nolita, la francesa reconoció que la foto “era el propio horror”. “Lo hice para mostrar el cuerpo de una persona enferma de anorexia, que tiene psoriasis, y el cuerpo de una anciana”.
La noticia ha saltado a la palestra más de un mes después de su muerte, en la edición suiza de '20 minutos'. Tras dar la vuelta al mundo, el fotógrafo Oliviero Toscani ha hecho unas declaraciones al periódico italiano 'La Reppublica' señalando que no sabía que Isabelle había muerto. “Lamentablemente no tengo buenos recuerdos de ella, era una niña muy enferma, más en la mente que en el cuerpo”, ha comentado el prestigioso fotógrafo.
Las condolencias no se han hecho esperar y en Facebook ya se han creado varias páginas lamentado la muerte de Isabelle y la terrible enfermedad que sufría.