El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Logroño ha acogido este lunes el acto de entrega de las Insignias de San Bernabé que este año son para Angélica Sáenz Ruiz-Navarro, Rafael Jacinto Ibarrula Roldán y José Manuel Calzada. Unos reconocimientos con los que se reconoce sus trayectorias personales, profesionales y su dedicación y trabajo por la ciudad.
Angélica Sáenz Ruiz-Navarro
El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, ha definido a Angélica Sáenz Ruiz-Navarro como “la exponente discreta de la felicidad y la generosidad, el compromiso familiar, la delicadeza y la cultura en torno al vino”. Su vida, ha proseguido, “está unida a la gran estirpe de nuestra tierra. Vivanco”. Y es que, ha reconocido, “para Logroño es un inmenso honor ofrecer esta humilde insignia a quien ha elevado el vino a la excelencia de la mejor cultura”.
Nacida en Alberite en 1949 y residente en Logroño desde hace dos décadas, es hija de padres agricultores y pequeños viticultores. Casada con el bodeguero y enólogo Pedro Vivanco, fallecido en 2016, tiene dos hijos, Pedro y Rafael.
Desde 1980 compagina su dedicación a su familia con su carrera pictórica, que la ha llevado a realizar diversas exposiciones. Esta sensibilidad artística también se ha plasmado en su contribución a la creación del Museo Vivanco de la Cultura del Vino en Briones.
La relación de Angélica y toda la familia Vivanco con Logroño es estrecha. La familia dona desde hace años el vino para el reparto del pez y el pan el día de San Bernabé. La Cofradía del Pez concedió su medalla a la familia en el V Centenario del Sitio de Logroño, celebrado en 2021. También colabora con varias peñas e instituciones de la ciudad donando vino para sus degustaciones.
La familia Vivanco trabaja de manera estrecha en la promoción de Logroño a través de su contribución a la puesta en marcha del Centro de la Cultura del Rioja (CCR) o el impulso a espacios como el Espacio Lagares o el Calado de San Gregorio con la exposición ‘El Camino del Vino’.
Han sido sus hijos, Santiago y Rafael los que han leído la semblanza de esta insignia de San Bernabé 2024 y tras recibir la insignia de manos del alcalde de Logroño, ha comenzado su exposición recordando su sorpresa al recibir la noticia de que era una de las tres personas elegidas para recibir la insignia de San Bernabé 2024. “Me sorprendió que os hayáis acordado de mí y os doy las gracias porque con esta insignia también valoráis a mi marido”. A pesar de haber nacido en Alberite, “me siento muy logroñesa, aquí vivo desde hace más de 20 años, aquí aprendí a pintar, aquí viven mis hijos, mis nietos, amigas y seres queridos. Hemos querido ser una familia humilde y trabajadora y eso he tratado de trasmitir a mis hijos y nietos”. Y junto su marido también, “siempre quisimos hacer algo que quedase en esta tierra, algo relacionado con el vino porque el vino nos lo ha dado todo”. Y ahí está el Museo de Briones “y su magnifica bodega y exposiciones”, ha concluido.
Rafael Jacinto Ibarrula Roldán
“Se define como músico y compositor desde los 13 años”, ha comenzado Escobar. “Autodidacta y creativo, su talento musical se ha repartido entre grupos, artistas, alumnos y discográficas, la lista es larga: Átomos, Carmen, Jesús e Iñaki, Iregua, La Moderna...”. Pero además, “en su trayectoria siempre aparece la temática riojana, por lo que es nuestro juglar más logroñés”, ha expuesto Escobar.
Logroñés, se define a sí mismo como músico-compositor. Empezó su carrera musical con 13 años y con 14 ya firmó su primer grupo. Se considera un músico autodidacta. Pianista, compositor y arreglista musical. Es músico profesional desde 1976 en diversas formaciones musicales (folk, rock...). En su carrera musical ha pasado por muy diferentes grupos y formaciones, destacando Keaton, Carmen Jesús e Iñaki, Iregua, Orquestina la Moderna, Son de Luna, Los tres del son y, sobre todo, su más personal ILLO GRONIO. También ha colaborado con formaciones como Los Átomos, o los cantantes Jacinto Salazar y Nerea Nogueira.
Es el compositor del Himno a Logroño en 1994 y cuenta con una amplia discografía con las formaciones señaladas anteriormente, a lo largo de los últimos 50 años.
Es también profesor de música y en 1999 fundó junto a su mujer la escuela de música Musicalia, que en 2003 fue ampliada con la escuela de rock. Por ella han pasado muchísimos alumnos y se ha consolidado como uno de los centros de referencia en la educación musical en La Rioja.
Nerea Nogueira ha sido quién ha presentado la figura de Ibarrula y ya en el atril, ha reconocido el “gran honor que es recibir esta insignia de la ciudad. José Manuel Calzada es el de las letras, yo soy el de la música. Y cuando vi la letra del himno de Logroño pensé que esto iba a llegar, y así ha sido. Me siento agradecido a esta letra y al pueblo de Logroño por haberlo hecho suyo”. Un himno que finaliza con 'viva San Mateo' y esto es así, ha explicado, porque “viendo el disparo del cohete, ese clamor, y tanta gente festejando pertenecer a esta ciudad, tenía que ser viva San Mateo” y con un “¡Viva Logroño!”, Ibarrulla ha concluido su exposición.
José Manuel Calzada
Nace en Palencia, pero es “un logroñés de corazón”. Así se ha referido el alcalde de Logroño, Conrado Escobar a José Manuel Calzada, del que ha recordado igualmente “su larga trayectoria en esta casa que ha dejado huellas imborrables como el periódico De Buena Fuente y que ahora recupera el Premio literario que él mismo impulsó”.
Palentino afincado en Logroño hace más de cuarenta años. Periodista de formación y funcionario, ya jubilado, del Ayuntamiento de Logroño, dirigió durante muchos años el gabinete municipal de prensa.
Allí creó en 1986 e impulsó el periódico municipal DE BUENA FUENTE y también el premio de narrativa del mismo nombre. En el Ayuntamiento de Logroño desempeñó también tareas relacionadas con las relaciones institucionales municipales, trabajando en el ámbito de las ciudades hermanadas. En 1994 puso letra al Himno a Logroño, tema cuya oficialización como himno de la ciudad fue aprobada por unanimidad por el Pleno municipal el pasado 16 de mayo. Es colaborador activo de la Universidad Popular.
Prologado por Jesús Vicente Aguirre, José Manuel Calzada, y tras recibir la insignia de Escobar ha recordado a su abuelo “que no sabía ni leer ni escribir y sin embargo era un ilustrado. Apodado el tío alegría era capaz de hablar en verso y eso se trasmite en el ADN”. Así, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Logroño “un espacio tan querido que fue el origen de la letra del himno de Logroño”, Aguirre ha recordado uno de los versos, que nadie en Logroño se siente extranjero, no lo olvidemos“. Y es que la insignia de San Bernabé 2024 ha concluido su exposición con un verso. ”Las coplas tienen que ser de todos y hasta que el pueblo los canta, los himnos, himnos son, y cuando los canta el pueblo, ya nadie sabe el autor. Es la gloria infinita de quien escribe cantares“.