La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, y el rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, han firmado el convenio de creación de esta cátedra, que contará con una financiación de la AECID de 80.000 euros para su puesta en marcha en su primer año de andadura.
Se trata de la “mejor y más formada y de la primera plataforma de conocimiento e investigación en España en el ámbito de las microfinanzas”
, ha sostenido en rueda de prensa Soraya Rodríguez, quien ha recordado que esta cátedra se enmarca dentro de la Cumbre Mundial del Microcrédito que acogerá Valladolid entre el 14 y 17 de noviembre con más de 2.000 participantes de más de cien países.
La cátedra nace con intención de continuidad, ya que se crea para cuatro años prorrogables, y con ese apoyo financiero que se renovará cada año, para avanzar en el estudio de los microcréditos, un instrumento relativamente nuevo en política de cooperación pero que “ha calado con fuerza” y que “ha venido para quedarse, aunque no sea perfecto”, en palabras de la secretaria de Estado.
Son unas 3.600 las instituciones de microcrédito que operan en el mundo, con 200 millones de beneficiarios, de los que entre el 65 y 70 por ciento son mujeres, ha argüido Rodríguez, quien ha reconocido que algunas instrumentos de microfinanzas “no están dando los resultados esperados”. El amplio campo de las microfinanzas requiere de un apoyo investigador y docente que meses de trabajo ha permitido que fructifique hoy con la creación de esta cátedra en la Universidad de Valladolid, un centro académico con recorrido en el campo de las finanzas solidarias en cuanto que cuenta con un Área específica de Cooperación, dos observatorios, uno de ellos de derechos humanos, y una Oficina “que existe en muy pocas universidades españolas”.
El objetivo es que en cinco, diez o quince años pueda situarse la UVA como centro de referencia de las finanzas solidarias en el ámbito internacional, según la secretaria de Estado, quien además ha destacado que la universidad pone a disposición todo su caudal de conocimiento e investigación, su valor de difusión, y a la par “formar a los profesionales del mañana”, para “concienciarles y dotarles de esta visión más amplia de las políticas de desarrollo”. El rector de la universidad de Valladolid ha definido esta cátedra como una “necesidad ética”, de especial exigencia en este momento, para que sea real la internacionalización y la transferencia de conocimiento de la institución académica a la sociedad y hacer “operativo el progreso social”. Tanto Sacristán como Rodríguez han reconocido que el instrumento de los microcréditos tiene algunas deficiencias, cuyo origen analizará esta cátedra, para adaptarlo a las distintas circunstancias y potenciar estas y otras técnicas de financiación orientadas a la promoción del desarrollo, en palabras del rector.
Soraya Rodríguez también ha planteado que se si se extiende el sistema de bancalización a través de determinadas fundaciones, habrá que garantizar “que prevalece el objetivo de lucha contra la pobreza sobre el bancario”.
Se trata, en suma, de un “campo enorme”, con problemas muy diferentes en cuanto a sistemas e instrumentos, donde pondrá algo de luz y avance la cátedra que hoy nace, que contará con un director nombrado por el rector de la Universidad de Valladolid y una Comisión Mixta de seguimiento. Cursos, charlas, conferencias, seminarios y experiencias acercarán las microfinanzas a los estudiantes y ciudadanía; mientras que se desarrollarán programas de investigación favoreciendo la apertura de nuevas líneas vinculadas a la cátedra; se apoyará la publicación de monografías y se fomentarán actividades culturales y de difusión docente e investigadora, entre otras materias.