Está acostumbrado a llegar a un vestuario empezada la temporada, imponer su criterio y amainar las aguas que van revueltas para ganarse el respeto como técnico merced a sus resultados. No es nuevo para Nacho Martín (Logroño, 10 de julio de 1962) saber sobrevivir contracorriente, cuando todo pinta mal. Y esta nueve experiencia en Segunda B, por el momento, la está saldando de forma exitosa. Cierto que apenas son cuatro las jornadas que el riojano ha dirigido al Izarra, pero los de Estella ven la luz del túnel en el que se habían metido. Por de pronto, suma 8 de 12 puntos posibles, ha sacado al equipo de los puestos de descenso y el pasado miércoles, frente al Barakaldo (1-0), logró el primer triunfo en Merkatondoa, un templo que estaba siendo vulnerado con cierta facilidad antes de que Martín fuera en auxilio de los estelleses.
Debutó en Sarriena apenas unos días después de ser presentado y la victoria le acompañó, 1-2, ante un Leioa que incluso llegó a ponerse por delante. Meritoria remontada, además en los instantes finales. Debutaba en casa ante el Bilbao Athletic y tras ir ganando 2-0 comprobó cómo el filial rojiblanco fue capaz de neutralizar esa renta. Aun con todo, las sensaciones fueron de haber dejado escapar dos puntos ya que se falló un penalti y se lanzó un balón al poste. Se medía el fin de semana pasado, el cuadro navarro a otro filial, en esta ocasión al Vitoria, rival directo en la pelea por la permanencia. Pese al 0-1, duró apenas 5 minutos, los vitorianos consiguieron empatar. Lo importante pasaba por sumar.
El pasado miércoles era el Barakaldo el que visitaba Merkatondoa. Había ganas de triunfo y la afición empujó para que los suyos firmaran el primero en casa. Arnau Tobelles fue el autor del gol, al filo del descanso, que daba un triunfo que permite coger aire a los pupilos de Nacho Martín. El balance del preparador riojano es más que óptimo, 8 puntos en 4 jornadas, en las que permanece invicto -6 si se suman las dos anteriores a su llegada- con un bagaje de 6 goles a favor -ha marcado en todos los partidos- y 4 en contra. Previamente, el Izarra en 8 encuentros había logrado 5 puntos (un triunfo y dos empates), había recibido 12 goles y sólo había hecho 4 tantos. Números que invitaban a un cambio en aras de un revulsivo.
Apareció Nacho Martín ante la llamada de Alfonso Canela, presidente del Izarra, para reflotar deportivamente a un club que lleva varias temporadas en la división de bronce haciéndose fuerte en Merkatondoa, mostrándose competitivo y sabiendo que su máxima no puede ser otra que la de sufrir durante los más de 90 minutos que duran los encuentros. Con eso y con el trabajo durante la semana, el técnico riojano ha devuelto la ilusión a la parroquia estellesa, ávida por festejar victorias, como sucedió el pasado miércoles, y escapar de la zona peligrosa. El próximo compromiso será de órdago, ya que este sábado visita Urritxe para medirse a un Amorebieta, en puestos de descenso con 10 puntos -3 menos que los navarros-, y que viene de sumar 5 puntos en las tres últimas jornadas.