El tenista español Rafael Nadal festejó de manera inmejorable su vigésimo segundo aniversario con una contundente victoria sobre su compatriota Nicolás Almagro por un triple 6-1 y plantarse, sin haber entregado un sólo set, en las semifinales de Roland Garros, en las que se medirá al serbio Novak Djokovic.
Nadal y Djokovic repiten las semifinales del pasado año, que entonces se apuntó en tres mangas el balear, y también las de Hamburgo donde ambos ofrecieron un auténtico espectáculo tenístico. Djokovic ya no es el del año pasado sino un jugador más maduro, más consciente de sus posibilidades y que seguro planteará batalla al español.
Previamente Nadal exhibió su autoridad sobre tierra ante un nervioso Almagro, que acusó el peso de la central y el hecho de enfrentarse a uno de los mejores de la historia sobre esta superficie.
El número dos del mundo arrasó, como hiciese ante Jarkko Nieminen y Fernando Verdasco, y, salvo en la primera manga, ante Thomaz Bellucci y Nicolas Devilder, nunca ha dado muestras de que el torneo no acabe como en los tres años precedentes.
Y es que si Verdasco, mermado, sólo logró hacer tres juegos, el murciano, en plenitud física y con la moral de haber llegado por primera vez a los cuartos en París y de sacar el billete a Pekín, apenas plantó cara al tricampeón del torneo y le 'robó' la misma cifra de juegos.
Almagro estuvo lastrado por su servicio, una de sus mejores armas y que le había llevado a liderar la clasificación de 'aces' de Roland Garros. Ayer, sólo tuvo tres saques directos, lejos de casi la 20 de media que acumulaba por choque, con el añadido de un paupérrimo porcentaje de primeros servicios (37 por ciento).
Por ello, Nadal, poco dado a ofrecer concesiones, se lanzó a por el partido viendo las debilidades del murciano, que en menos de media hora ya había encajado un apabullante 6-1 y no había siquiera gozado de alguna bola de 'break'.
Cuarenta minutos después, Almagro se desesperaba sobre la pista Central. Cinco oportunidades de rotura desaprovechadas y un nuevo 6-1 le abocaban a una remontada prácticamente imposible, visto el nivel de tenis que ofrecían ambos. Un nuevo y definitivo 6-1 significó el adiós del peor modo posible del jugador levantino ante un Nadal que, por el contrario, celebraba de la mejor manera su vigesimosegundo cumpleaños.
Djokovic, por su parte, tuvo que emplearse a fondo para apear al letón Ernest Gulbis, revelación del torneo. 'Nole', que aspira al puesto en el ranking que posee el español, sólo necesitó las tres mangas, aunque el resultado de ambas fue mucho más apretado y se decantó de su lado por 7-5, 7-6(3) y 7-5, pese a la resistencia ofrecida por su rival, que tuvo sus opciones.
DESPEDIDA DE CARLA SUÁREZ
En el cuadro femenino, la serbia Jelena Jankovic acabó con las opciones de la española Carla Suárez. La canaria apenas pudo plantar cara a la número tres del mundo, muy sólida y que no dio demasiadas concesiones, rompiendo el sueño de su rival, auténtica revelación del torneo y que había dejado fuera a jugadoras importantes como la francesa Amelie Mauresmo y la italiana Flavia Pennetta.
Se despidió igualmente la pareja de dobles integrada por las españolas Nuria Llagostera y María José Martínez, derrotadas en cuartos de final ante las número uno del mundo en la modalidad de dobles.
La zimbabuense Cara Black y la estadounidense Liezel Huber se convirtieron en las primeras semifinalistas al imponerse a la pareja española por 7-6(6) y 6-2 después de una hora y 41 minutos de juego. Por un puesto en la final se enfrentarán al dúo español formado por Anabel Medina Garrigues y Virginia Ruano Pascual.
Las cabezas de serie número diez fueron capaces de sobreponerse a la derrota en el primer set ante las chinas Yung-Jan Chan y Chia Jung Chuang por 6-7 y darle la vuelta al marcador con un doble 7-5.