Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), han comprobado, en modelos animales, que la utilización de un nanomaterial del grupo de los bionanocomposites, preparado con componentes empleados habitualmente en alimentación y biomedicina, podría contribuir a mejorar la eficacia y abaratar los costes de producción de las vacunas contra el virus de la gripe en sus diferentes variantes, incluido el H1N1, así como de otros agentes infecciosos. Las conclusiones del estudio aparecen en la revista científica 'Advanced Materials'.
En concreto, los autores han concluido que los bionanocomposite basados en el silicato natural de magnesio sepiolita y el polisacárido xantano lograrían que las vacunas inmunicen con menores dosis de antígenos (la sustancia que da lugar a la creación de anticuerpos en el organismo), lo cual permitiría reducir costes y aumentar el número de personas inmunizadas. Según los autores, las vacunas basadas en este nanomaterial podrían administrarse tanto por vía intramuscular como intranasal.
Los encargados de dirigir el estudio han sido Eduardo Ruiz-Hitzky del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC) y Gustavo del Real del INIA. Ruiz-Hitzky contextualiza la investigación: “Para reducir el impacto de una pandemia de gripe, es esencial disponer de vacunas eficaces y seguras que protejan a la población de la infección”.
Del Real añade: “En los últimos años se ha avanzado mucho en las tecnologías de producción de vacunas frente a la gripe, sin embargo, no es infrecuente que éstas presenten una capacidad inmunogénica baja. Una forma de solventar este inconveniente es administrar altas dosis de antígeno vacunal para inducir una respuesta eficaz de anticuerpos protectores en el organismo. Sin embargo, esta solución es, en la actualidad, inadecuada ya que la capacidad de producción mundial de vacuna es limitada y esto resultaría en un número menor de personas
con acceso a la misma“.
“Por ello, es necesario y urgente utilizar compuestos adyuvantes que aumenten la inmunogenicidad de las vacunas, lo que permitirá reducir la dosis de antígeno requerida y ampliar el tamaño de población vacunada que, por ejemplo, supondría un importante beneficio para hacer frente a la presente pandemia de gripe A”, concluye Ruiz-Hitzky.