La atleta española Natalia Rodríguez subrayó que no había hecho “nada antirreglamentario” durante la final de los 1.500 metros de los Mundiales de Berlín, donde se vio involucrada en un percance con la etíope Gelete Burka, que se fue al suelo tras tropezar con la tarraconense, que fue descalificada perdiendo su medalla de oro.
“Cuando quería pasar es porque había espacio suficiente para pasar y en cuanto ve (Gelete Burka) que yo paso, se echa a un lado y nos enganchamos. Creo que no es antirreglamentario, pero el estadio se ha vuelto loco y he decidido no dar la vuelta”, indicó Rodríguez a TVE.
La catalana lamentó la situación “un poco contradictoria” de que el estadio le estuviese “silbando” y no pudiese celebrar su título, y además reconoció sentirse “mal” por la africana, ante la que se disculpó al término de la prueba. “Es una situación un poco desagradable”, advirtió.
Además, la campeona de España de la distancia subrayó que temía por perder la medalla vistos otros casos producidos en los Mundiales. “Es un campeonato raro en ese sentido y hay muchas descalificaciones raras”, afirmó Rodríguez.
Posteriormente, ante los medios de comunicación, relató que si la etíope “no se hubiera caído no habría pasado nada”. “Estaba tranquila porque no soy una atleta que si no ve claras las cosas adelanta y lo hice porque había paso”, reiteró.
“Tengo la conciencia tranquila. Estaba contenta por mí, pero sabía que lo de ella era gordo porque optaba a ganar. No he cometido ninguna falta, pero cabía la posibilidad de que me descalificasen”, sentenció la española.