La división dentro del gobierno de Israel
ha quedado una vez más patente en las últimas declaraciones del primer ministro del país, Benjamin Netanyahu. El mandatario se ha visto obligado a puntualizar las palabras de su ministro de Defensa, Ehd Barak, sobre Jerusalén.
Según Netanyahu, los planes de Barak para dividir la ciudad de Jerusalén se circunscriben dentro de su cargo como líder del partido Laborista y “no reflejan la postura del gobierno”.
La propuesta formulada por el ministro de Defensa este fin de semana en el Centro Saban de Washington establece que el gobierno israelí tendría control sobre todos los barrios judíos de la ciudad, mientras que las zonas de mayoría árabe quedarían bajo los auspicios de la Autoridad Nacional Palestina, de acuerdo con una iniciativa presentada hace una década por el entonces presidente estadounidense, Bill Clinton.
Netanyahu, líder del Likud (partido rival del de Barak), aclaró que “el ministro Barak presentó el plan como presidente laborista” y su propuesta no está relacionada con ninguna política de su gobierno, en declaraciones recogidas por el diario israelí Haaretz.
La OLP contra EEUU
Por otro lado, el papel de mediador de Estados Unidos en el conflicto palestino-israelí parece estar en entredicho. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha criticado a Estados Unidos por negarse a reconocer el establecimiento de un Estado palestino independiente en los territorios ocupados por Israel en 1967 y por decir que reconocerlo “sería prematuro”.
El miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, Ahmed Majdalani, ha afirmado que el liderazgo palestino “lamenta la postura estadounidense, que rechazó el establecimiento de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967”.
“Se supone que Estados Unidos es un mediador imparcial y un patrocinador real de un proceso de paz con objetivos específicos”, ha agregado Majdalani. “En lugar de culpar al gobierno israelí, que obstruye el proceso de paz, Estados Unidos culpa a otros países del mundo por hacer sus deberes políticos y reconocer el Estado palestino”, ha declarado, según recoge la agencia de noticias china Xinhua.
Majdalani se refería a la reciente declaración de Brasil y Argentina, que han reconocido el Estado palestino. La OLP había solicitado en las últimas semanas al mundo reconocer un Estado independiente si las conversaciones de paz volvían a fracasar, tal y como ha ocurrido.
Sin embargo, parece que el gobierno estadounidense de Barack Obama seguirá insistiendo en retomar el proceso de paz pese a estas críticas. Así, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, ha asegurado que Washington va a presionar a los líderes de Israel y la Autoridad Nacional Palestina para que solucionen los “asuntos centrales que se interponen en el camino de la paz” y ha afirmado que ambas partes “deben seguir adelante a pesar de la ruptura de las negociaciones directas con Estados Unidos”.
Clinton ha manifestado que “comparte la frustración” a causa del estancamiento de las conversaciones de paz y ha agregado que Estados Unidos promoverá una nueva ronda de negociaciones indirectas “destinadas a lograr un progreso real en los próximos meses hacia un acuerdo de paz”.
“Estados Unidos no será un participante pasivo. Presionaremos a ambas partes para que expongan sus posiciones en los temas centrales sin retrasos, de buena fe, y con gran especificidad”, ha apostillado Clinton. “Vamos a trabajar para reducir las diferencias, a hacer preguntas difíciles, esperando respuestas de fondo”, ha valorado en su discurso antes de agregar que Estados Unidos también se ofrecerá propuestas para avanzar en las negociaciones, lo que hará “cuando sea apropiado”, según recoge Reuters.
La secretaria de Estado ha asegurado que el enviado especial de paz a la zona, George Mitchell, comenzará la semana que viene a tratar de reducir las diferencias en una serie de cuestiones fundamentales, “todas las cuales han demostrado ser difíciles de resolver”. Entre ellas se encuentran las fronteras y la seguridad, los asentamientos, el acceso a acuíferos, los refugiados y la condición de Jerusalén, ciudad que Israel considera su capital mientras que los palestinos esperan que sea la capital de su futuro Estado.