El temor ante la situación nuclear de Corea del Norte continúa creciendo con la última declaración realizada por el régimen de Kim Jong Il. El embajador norcoreano en Pekín, Choe Jin Su, ha asegurado que su gobierno no regresará a las conversaciones a seis bandas sobre su programa nuclear hasta que Estados Unidos acuerde firmar un acuerdo de paz con Pyongyang y se levanten las sanciones que pesan sobre su país.
Pyongyang ha solicitado a Washington el inicio de conversaciones formales para terminar definitivamente con la guerra de Corea (1950-53).
Sin embargo, la Casa Blanca ha dicho que no comenzará dicho diálogo mientras Corea del Norte no regrese a las conversaciones a seis bandas, por lo que parece difícil que ambas partes vayan a acercar posturas a corto plazo.
En una extraordinaria comparecencia ante los medios, Choe ha descartado la posibilidad de que se alcanzara algún avance en las relaciones entre ambos países a corto plazo. No obstante, insistió en que las negociaciones sobre su programa nuclear podrían reiniciarse si al menos se levantan las sanciones.
“Sólo con el tratado de paz podemos erradicar las hostiles relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos y de una manera rápida y activa avanzar hacia la desnuclearización de la península de Corea”
, señaló. También indicó que “si se levantan las sanciones, las conversaciones a seis bandas podrían reiniciarse inmediatamente”.
Esta postura de Corea del Norte ya fue prevista por el régimen vecino de Corea del Sur,
pues hace unos días una fuente del gobierno surcoreano, que pidió permanecer en el anonimato, aseguró que “no hay aún un progreso tangible” desde la visita del enviado estadounidense a Corea del Norte, Stephen Bosworth. En este sentido, indicó que no ha habido “contactos adicionales” desde entonces y, además, China ni ha propuesto un hipotético calendario de negociaciones ni ha designado quien sería su interlocutor en los contactos, en los que participan también Rusia y Japón.
La fuente indicó que la posición de Seúl sigue siendo igual de “clara” y pasa por que Pyongyang abandone su programa nuclear y apueste por el diálogo. Asimismo, recordó que Corea del Sur debería participar en cualquier discusión en torno a un tratado de paz en la medida en que es “parte importante” implicada.