Entra en vigor la prohibición de introducir en el mercado o comercializar en España juguetes magnéticos que no adviertan en su etiquetado de los riesgos que estos productos pueden presentar para la salud o seguridad. Se entiende por “juguete magnético”, un juguete que contenga o esté formado por uno o más imanes, o por uno o más componentes magnéticos que puedan desprenderse y que por su forma y tamaño puedan ser ingeridos por los niños.
La medida, adoptada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, a través de una Resolución del Instituto Nacional del Consumo del pasado 7 de julio, se ha tomado en aplicación de una Decisión comunitaria en la que se fija en el 21 de julio de 2008 la fecha en que dicha medida debe ser seguida por todos los Estados miembros.
NUEVA NORMATIVA EUROPEA
La duración de la prohibición es de 12 meses aunque, en caso necesario puede prolongarse. La razón de su temporalidad reside en la necesidad de uniformizar las medidas que se adopten en todos los Estados miembros, mientras no se revise la normativa comunitaria ante la nueva situación provocada por estos juguetes. Si bien hace mucho tiempo que se utilizan los imanes en los juguetes, en los últimos años se han hecho cada vez más potentes y pueden desprenderse más fácilmente si se han fijado empleando las mismas técnicas que en el pasado.
La Directiva de juguetes actualmente en vigor establece que los juguetes, sus componentes y las partes separables, sean imanes o no, que estén manifiestamente destinados a niños de edad inferior a 36 meses, deberán ser de dimensiones suficientes para que no puedan ser tragados o inhalados.
No obstante, según la propia Comisión Europea, la norma técnica europea aplicable (EN 71-1:2005) no trata específica y suficientemente los riesgos derivados de los juguetes magnéticos para los niños de edades superiores a 3 años y, en consecuencia, ha dado al Centro Europeo de Normalización (CEN) el mandato de revisarla. Mientras, se ha procedido a aplicar una medida provisional para proteger el derecho a la salud y seguridad de los consumidores.
La advertencia sobre riesgos, será claramente visible y fácilmente legible y estará expuesta de manera que salte a la vista en el envase o irá fijada de otro modo al juguete magnético de tal manera que sea visible para el consumidor en el punto de compra.
Su contenido debe ser el siguiente o uno equivalente: “Atención. Este juguete contiene imanes o componentes magnéticos. La unión de los imanes entre sí o a un objeto metálico dentro del cuerpo humano puede provocar lesiones graves o mortales. Si se han tragado o inhalado los imanes, busque atención médica inmediata”.
32 CASOS
El Comité Europeo de Normalización ha contabilizado durante 2006 y hasta abril de 2007 hasta 32 casos de accidentes que precisaron tratamiento médico por ingerir al menos dos imanes procedentes de un juguete o un imán de la misma procedencia y un objeto metálico. Las edades de los niños oscilaban entre 10 meses y 12 años.
Según la propia Decisión que ha originado la medida que hoy entra en vigor, si se traga más de un imán, pueden atraerse entre sí y causar una perforación intestinal, una infección o una obstrucción que resulten mortales. Por su parte, añade, la inhalación de imanes ha provocado también lesiones graves y su inspiración en los pulmones requiere cirugía inmediata.
En 2006 y 2007 varios productores de juguetes llevaron a cabo importantes campañas de recuperación de juguetes magnéticos. En particular, en el verano de 2007 se recuperaron más de 18 millones de estos juguetes en todo el mundo.
La Comisión Europea informa de que, como consecuencia de los accidentes y de las recientes campañas de recuperación, muchos productores son ahora conscientes del riesgo y han modificado el diseño de los juguetes afectados, encapsulando los imanes en las partes que los contienen o anillándolos en torno a ellas.