Considera que lo menos importante es que la subvención se contemple en una u otra partida ya que, al final, les darán lo que quieran.
Ya el pasado año, al firmar el convenio, la Asociación dejó claro que lo hacía por urgencia y necesidad pero que no estaban en absoluto de acuerdo con su contenido. Por eso ahora no pueden suscribirlo de nuevo. “Estamos en una situación en la que no podemos someternos más; plantean cosas que no podemos aceptar”, afirma Álvarez de Eulate.
Según sus palabras, el desencuentro entre la Asociación y el Gobierno de La Rioja comenzó en el año 2005 cuando la gestión del Banco de Sangre pasó a manos de la Fundación Rioja Salud siendo consejero Pedro Soto. Desde ese momento las relaciones comenzaron a dificultarse: “Durante dos décadas nos trataron con exquisitez, incluso nos concedieron la Medalla de La Rioja. Luego todo cambió. Nos requisaron la unidad móvil, pasaron todo a manos de la Fundación e incluso llegaron las amenazas, diciéndonos que si no seguíamos sus órdenes íbamos a durar un año y medio”.
Hubo una época en la que las relaciones se normalizaron cuando el Director Médico del Complejo Hospitalario se encargó de intermediar. Sin embargo las cosas han vuelto a tensarse.
Álvarez de Eulate quiere dejar claro que no hay ningún tipo de interés político y remarca que en la Asociación hay simpatizantes y militantes de todos los partidos. De hecho, la próxima semana han convocado a los tres grupos con representación en el Parlamento regional para presentarles su postura.
Esta misma tarde se reunirá la Junta de la Asociación para analizar la situación y definir la propuesta que darán a conocer mañana al Gobierno, los diputados y la sociedad riojana.