La portada de mañana
Acceder
El Gobierno da por imposible pactar la acogida de menores migrantes con el PP
Borrell: “Israel es dependiente de EEUU y otros, sin ellos no podría hacer lo que hace”
Opinión - Salvar el Mediterráneo y a sus gentes. Por Neus Tomàs

Nueva debacle en los minutos finales

Nueva debacle en los minutos finales

Rioja2

0

La Arandina fue capaz de lograr lo que parecía difícil y el Sporting B, repitió este domingo lo que ya debía estar más que hablado para que no volviera a suceder. Pero esto es fútbol y los errores tienden a repetirse. No se puede explicar de otra manera que la Unión Deportiva Logroñés tirara el trabajo realizado durante 88 minutos en dos acciones puntuales de un rival que ni siquiera pensaba en lograr la remontada. Sin duda, un paso atrás en las aspiraciones de un bloque riojano que cede a la tercer posición de la tabla tras la victoria del Racing de Santander ante el Valladolid B (1-2). Evidentemente, no hay excusas posibles.

Se presentaba un duelo de necesitados, pero necesidades diferentes. Por un lado, el Sporting B, acuciado por el descenso, con tres derrotas seguidas y con hasta seis bajas. Por el otro bando, una UDL que quiere meter presión al Racing de Ferrol y que desea confirmar su presencia entre los cuatro mejores -iba por buen camino- y que llegaba a la cita con dos victorias consecutivas y cuatro ausencias importantes.

Durante los primeros compases, salvo una acción de Titi, que cayó en el área rival, el choque parecía estar en estudio: el Sporting B quería imponer su ritmo y la UDL también, pero nadie aplicaba, al cien por cien, sus intenciones. Con juego poco vistoso, más trabado de lo requerido y sin un dueño claro se intuía que los blanquirrojos -en el Pepe Ortiz con camiseta azul- transmitían peligro. Sobre todo con Titi, que durante unos instantes, se incorporó por el lado izquierdo.

Cierto que había acercamientos, que no ocasiones. Si los locales trataron de intimidar a Fermín con un tiro lejano, obra de Pablo Fernández, y con un remate de cabeza de Mendi tras una falta que despejó el meta riojano, la UDL también se presentó ante Javi Benítez. Muneta no llegó a rematar un buen centro porque Garrido se adelantó y Titi, con un tiro con intención, buscó un golazo que se colaba por la escuadra de no haber mediado la manopla del guardametea de los gijoneses.

DOBLE OCASIÓN RIOJANA

Como si esa última acción espoleara a los visitantes, los de Carlos Pouso gozaron de una doble ocasión superado el primer cuarto del partido. Pere Milla, con la izquierda, lanzó raso y la pelota impactaba en el poste; el rechace le llegó a Adrián León que, en el punto de penalti, puso el interior buscando asegurar el lanzamiento y el balón se estrellaba en el larguero.

Sin duda dos chispazos que rompían la dinámica fría e insulsa de un partido al que le faltaba ritmo y velocidad, dos aspectos fundamentales para el conjunto riojano. Se podía intuir una mejoría de los pupilos de Carlos Pouso, pero salvo una sucesión de saques de esquina -mal ejecutados y sin opción de remate- el primer tiempo fue agonizando sin pena ni gloria con la única estridencia de un choque entre Barreda y Mera, además de una cartulina amarilla, otra más, para Adrián León.

La segunda parte comenzaba con una buena oportunidad para los riojanos. Tiro sin excesiva peligrosidad de Luis Morán, pero Javi Benítez no blocó la pelota, de manera que el cuero se quedó para que Pere Milla pudiera marcar, pero su tiro se marchó al lateral de la red. Daba la impresión de que la UDL quería imprimir intensidad y ritmo a sus acciones ofensivas. Sin embargo, el filial gijonés, como ya hiciera en Las Gaunas, supo frenar a un conjunto riojano que necesitaba tener algo más de calma para encontrar el hueco y el pase bueno para poner en ventaja a sus mejores hombres.

GOL Y REMONTADA INESPERADA

Con media hora por delante, Carlos Pouso puso en escena a Carlos Fernández como referente por Pere Milla. Y minutos después Adrián Cruz salía a escena poblando la medular con jugadores más físicos que asistentes del último pase apostando así por la llegada de bandas (con Titi y Luis Morán) y el centro para que el delantero jienense pudiera rematar. Era la idea, pero no había continuidad en las acciones, lo que provocaba que el Sporting B pareciera estar más cómodo sobre el terreno de juego.

Pero el fútbol tiene estas cosas, que una jugada puede cambiar el rumbo del choque. Así fue cuando Luis Morán, en su última acción del partido, acaparó la atención de los contrarios para poner un centro que Carlos Fernández, sin pensárselo, remató a portería superando a Javi Benítez. Se había hecho lo difícil y ahora tocaba trabajar para evitar algún susto en la meta propia.

El duelo estaba como le gustaba a la UDL: con ventaja y con pocos minutos de juego. La solidez defensiva debía salir a escena. Aunque la mejor forma de defender era presionar y obligar al Sporting B a no poder pensar. El trío en la medular ayudaba y servía de lanzadera para Álvaro González, Titi (cansado en los minutos finales) y Carlos Fernández. Era prioritario que no sucedieran cosas y el Sporting B tampoco se volcaba en exceso.

Pero como ocurriera con el tanto de los riojanos, una jugada de Mera por banda derecha concluyó con el remate, libre de marca en el segundo palo, de Cris Montes para superar a Fermín en el minuto 88. Empanada mental. Bajo el efecto de la igualada, lo inesperado fue lo que aconteció después cuando no se acabó de despejar un balón, ya en el tiempo añadido, y Mario Arqués acertó a introducir el balón en la portería de un incrédulo Fermín que nada pudo hacer en las dos acciones decisivas.

La cara de tontos del medio centenar de aficionados riojanos que acompañaron a la UDL demuestra que este equipo, por unas cosas o por otras, parece acomodarse cuando marca un gol, se echa atrás y espera. Fue la manera de darle vida a un Sporting B que se encontró con la victoria y que deja a una UDL tocada en el aspecto moral tras sufrir un segundo revés, muy parecido, en poco tiempo. Semana dura en la que habrá que analizar los motivos de esta nueva debacle sufrida en el campo Pepe Ortiz de las instalaciones de Mareo en un partido sin brillo, poco vistoso y en el que hubo mucho efectividad por el bando visitante. Y el sábado llegará el Pontevedra.

FICHA TÉCNICA

Sporting B: Javi Benítez; Cifre, Alberto, Garrido, Ramón (Víctor Ruiz, min. 82); Álvaro Bustos (Jaime Santos, min. 55), Mario Arqués, Cyril, Pablo Fernández (Cris Montes, min. 82); Mera y Mendi.

UD Logroñés: Fermín; Miguel Santos, Borja, Santelices, Barreda; Jacobo, Adrián León; Titi, Muneta (Adrián Cruz, min. 65), Pere Milla (Carlos Fernández, min. 60); y Luis Morán (Álvaro González, min. 73).

Goles: 0-1, min. 73: Carlos Fernández. 1-1, min. 88: Cris Montes. 2-1, min. 92: Mario Arqués.

Árbitro: Gómez Landazabal (colegio Vasco). Amonestó a los locales Mera (min. 85) y Cyril (min. 89); y a los visitantes Adrián León (min. 40) y Luis Morán (minn. 53).

Etiquetas
stats