Al menos cuatro policías han muerto y otro más ha resultado herido en el atentado suicida ocurrido esta mañana en el distrito de Shali, en la región separatista rusa de Chechenia, según informaron fuentes policiales a la agencia RIA Novosti. .
“A los cuatro policías que se encontraban en una lavandería de autos, esperando su coche, se les acercó un terrorista suicida y detonó un cinturón con explosivos ceñido a su cuerpo'' ha explicado el Ministerio del Interior checheno y añade que ''tres agentes murieron en el acto y el cuarto fue hospitalizado con heridas graves”. El atentado se produjo a las 11.00 de la mañana hora local.
El ataque ha tenido lugar en la localidad de Meskert-Yourt situada a unos 20 kilómetros de Grozni, la capital regional. El viernes pasado cuatro policías murieron en dos atentados suicidas cometidos por terroristas en bicicletas en Grozni.
Entretanto, los rebeldes chechenos hicieron un llamamiento a asesinar al importante dirigente separatista Ajmed Zakayev, al que acusan de haber abandonado el Islam reconociendo la legitimidad del gobierno regional respaldado por el Kremlin. Zakayev, que vive en Londres, representa el ala moderada de los separatistas.
En un mensaje colgado en la Web 'www.kavkazcenter.com', los rebeldes acusan a Zakayev de haber reconocido la autoridad del presidente checheno, Ramzan Kadirov. “Las declaraciones públicas demuestran que él [Zakayev] ha abandonado el Islam”, indica el texto colgado en la Web, añadiendo que Doku Umarov, el líder separatista checheno más buscado, está detrás de esta orden.
“El tribunal ha sentenciado que el asesinato de este apóstada es una obligación para los musulmanes”, prosigue el artículo, que no especifica qué tribunal ha emitido la sentencia.
Zakayev, de 50 años, se enfrentó a Rusia como comandante rebelde en dos guerras entre 1994 y 2000. Después de que Rusia recuperó el control de la provincia, huyó a Europa y actuó como portavoz oficial de los rebeldes hasta 2007. Rusia ha intentado extraditar a Zakayev por trece presuntos delitos incluido secuestro y asesinato, pero un tribunal británico rechazó la solicitud en 2003, desencadenando una disputa diplomática.
Por su parte, el presidente Kadirov afirmó el mes pasado que daría la bienvenida al regreso de su antiguo enemigo y posiblemente le ofrecería un puesto en el Ministerio de Cultura regional, pero no hay indicios de que Rusia esté dispuesta a abandonar los cargos contra él.