El desmantelamiento, en menos de un mes, de dos talleres clandestinos de calzado en Arnedo ha hecho saltar todas las alarmas en el municipio riojabajeño. La operación continúa abierta y estos días los vecinos han podido comprobarlo. De forma conjunta la Policía Nacional, la Policía Local y la Inspección de Trabajo están realizando una intensa investigación en fábricas y “cuartos” dedicados al calzado.
Lo cierto es que el “movimiento” es evidente, tal y como han relatado a Rioja2 varios vecinos de la localidad, que han visto a los inspectores visitando varias instalaciones. Durante la semana pasada, se presentaron en varias fábricas, en las que interrogaron a sus empleados por todos los detalles de sus contratos y su jornada laboral. También estuvieron en varios talleres que trabajan para empresas arnedanas, en los que comprobaron que todos sus “papeles” estuvieran en regla.
El 24 de febrero, se desmanteló un taller clandestino en el Polígono El Raposal y se detuvo a un padre y un hijo, de origen georgiano, a los que se acusó de explotación laboral, al tener a varios empleados trabajando en condiciones precarias e insalubres, en jornadas de 14 horas, y por un sueldo mínimo. El 27 de marzo tuvo lugar la segunda operación, esta vez junto al supermercado Eroski.
LOS SINDICATOS RECLAMAN CONTROL
De hecho, el control del trabajo subcontratado es una de las medidas en las que los sindicatos CCOO y UGT han hecho hincapié en las últimas horas. CCOO se reunió este lunes con el alcalde de Arnedo, Javier García, con el coincidió en la necesidad de llegar a un acuerdo con la patronal del calzado AICCOR para tomar medidas para controlar que el trabajo de esos talleres esté regularizado.
UGT, por su parte, también se ha puesto en contacto con las administraciones para instar a una acción coordinada contra la economía sumergida y contra los empresarios que actúan de manera fraudulenta y en competencia desleal con otros empresarios que sí desarrollan su actividad de manera legal.
Arnedo no es el único municipio en el punto de mira. La Inspección de Trabajo también está investigando de forma concienzuda algunas empresas del champiñón de Autol, un sector en el que prima la flexibilidad y la temporalidad.