La Fundación Franz Weber ha denunciado esta mañana un acto taurino en Aldeanueva de Ebro previsto para el 4 de mayo por incluir el acceso gratuito de niños y niñas hasta los 4 años, una medida “contraria a una recomendación del Comité de los Derechos del Niño”.
El cartel promocional establece una bonificación completa para la participación de personas menores de 0 a 4 incumpliendo de forma clara las objeciones internacionales realizadas en los últimos años. Además, ofrece un acceso con descuento para menores de 5 a 11 años.
Los naturalistas, con estatus consultivo en este organismo internacional de especialistas en derechos de la infancia, han advertido que el informe de evaluación a España de 2018 incluyó un texto muy claro al respecto de la participación o presencia de menores de 18 años en espectáculos taurinos, subrayando que había que alejarlos de los mismos.
“Estas promociones del lobby taurino reflejan un intento desesperado por introducir a grupos vulnerables en la dinámica de crueldad y violencia, intentando revertir la falta de relevo generacional que anuncian todos los estudios sociológicos realizados en las últimas décadas”, señala Virginia Portilla, psicóloga experta en violencia.
Consideran desde la Fundación Franz Weber que los promotores “pretenden integrar a niñas, niños y adolescentes en una actividad donde se produce violencia explícita hacia animales y posibilidad de sufrimiento humano, con cogidas o lesiones”.
Urgen a las administraciones públicas a trabajar por la protección de la infancia y la adolescencia, instando la retirada de cualquier tipo de publicidad o promoción que busque fomentar su acceso a actividades lesivas para su desarrollo social, moral, intelectual o psíquico.
Acceso temprano a violencia real sobre animales
Los naturalistas advierten de que en esta corrida “los menores podrán ver el sufrimiento y las lesiones provocadas sobre los animales, además de comportamientos y gestos asociados a un evidente dolor”.
Subrayan que esta asistencia se acompaña de comentarios “de refuerzo positivo” por parte de familiares, el círculo más íntimo y de mayor confianza del menor, “lo que contribuye a normalizar e incluso positivizar la violencia sobre animales”.