Fuentes oficiales citadas por el rotativo The New York Times aseguran que el nuevo centro vendría a reemplazar a las rústicas instalaciones actuales en la base de Bagram (norte de Kabul), donde se hacinan en la actualidad unos 630 reos. En Guantánamo hay 270.
Hasta ahora, la administración Bush había indicado que tenía intención de disminuir su intervención en operaciones de detención en el país. Se había previsto transferir la mayor parte de los prisioneros a las autoridades afganas, que los mantendrían en instalaciones financiadas por los estadounidenses pero serían custodiados por soldados nacionales.
No obstante, ahora las autoridades de EE.UU. reconocen que una prisión gestionada de esa forma no podría dar cabida a todos los nuevos detenidos por las fuerzas norteamericanas, y mucho menos a las nuevas oleadas de arrestos que se ven venir en un contexto de lucha creciente contra Al Qaeda y las fuerzas talibán.
La propuesta de levantar un penal americano en Bargam contradice las declaraciones de solucionar el problema de la creciente población de detenidos en manos de fuerzas norteamericanas, sobre todo cuando hay representantes del gobierno que siguen diciendo que quieren cerrar la prisión de Guantánamo (Cuba).