La violencia en México sigue haciendo estragos en los trabajadores públicos. Unos supuestos sicarios de carteles del narcotráfico han asesinado al alcalde de un pueblo próximo a la ciudad de Monterrey, en el norte de México, por lo que son ya cuatro los funcionarios públicos ejecutado en poco más de un mes, según ha informado la Policía mexicana.
El alcalde Prisciliano Rodríguez fue abatido a tiros por hombres armados mientras conducía hacia su finca en el pueblo de Doctor González, a unos 50 kilómetros al este de Monterrey, en el estado de Nuevo León, indicó un funcionario de la oficina del Procurador General.
Por el momento no está claro el motivo por el que Rodríguez, quien ganó la alcaldía el año pasado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue escogido como blanco, pero Nuevo León y el vecino estado de Tamaulipas se han convertido en zonas de batalla del narcotráfico desde comienzos de año. Otra persona que viajaba junto a Rodríguez murió en el ataque, informó el periódico Reforma, pero la Policía rehusó realizar comentarios.
El mes pasado, pandillas de narcotraficantes mataron a un alcalde en el pueblo turístico de Santiago, en Nuevo León, y a otro alcalde en el municipio de Hidalgo de Tamaulipas, que se encuentra en la carretera rumbo a Monterrey. Otro alcalde murió este mes a manos de supuestos narcotraficantes en el central estado mexicano de San Luis Potosí.
Por su parte, el presidente mexicano, Felipe Calderón, quien está llevando a cabo una ofensiva militar contra los carteles del narcotráfico, condenó ambos asesinatos en agosto y ha prometido continuar con su lucha, afirmando que la creciente violencia es una señal de que los traficantes están desesperados.
Sicarios rivales del cartel del Golfo y su ex brazo armado, los Zetas, están luchando por las rutas del narcotráfico hacia Estados Unidos y ambas bandas están atacando con mayor frecuencia a funcionarios públicos, policías y periodistas que se interponen en su camino.
Calderón ha culpado del aumento de la violencia en torno a Monterrey y Tamaulipas a la división entre las pandillas del Golfo y los Zetas, pero enfrenta una creciente presión para controlar los asesinatos.
Más de 29.000 personas han muerto en hechos de violencia relacionados con el narcotráfico desde que Calderón envió a más de 45.000 soldados y policías federales a todo México a finales de 2006 para hacer frente a los carteles rivales, lo que provocó nuevos temores de que la matanza pudiese reducir el turismo y la inversión mientras México se recupera lentamente de su peor recesión desde 1932.
Peligro para los diputados
Por otro lado, tal como recoge el periódico mexicano El Universal, en la Cámara de Diputados se ha registrado una serie de asaltos, cuyas víctimas han sido diputados de diversos partidos, empleados y visitantes.
Ante estos sucesos, el presidente de la Mesa Directiva, Jorge Carlos Ramírez, solicitó a las autoridades capitalinas que se refuerce la vigilancia en los alrededores del Palacio Legislativo.
Susana Hurtado, diputada de Quintana Roo, confirmó que fue asaltada el martes, en el vehículo en el que llegaba a San Lázaro. Ramírez Marín, dijo que unos ocho empleados y visitantes, al menos, han sido víctimas de asaltos.