El actor Patrick Swayze ha abandonado el hospital Cedars Sinai donde ha pasado la última semana recibiendo tratamiento a causa del grave cáncer de páncreas que le fue diagnosticado en marzo del 2008. A la salida de la clínica se pudo ver a un débil y demacrado Patrick que además dejó el centro confinado en una silla de ruedas.
A pesar de que recientemente aparecían unas fotos en las que el buen aspecto del actor hacía pensar en una aparente recuperación, esta semana Swayze ha tenido que volver al hospital y además se la ha visto muy desmejorado y frágil, según el diario británico Daily Mail.
En silla de ruedas, ocultando su cabeza con un sombrero de cowboy y con bolsas de suero y tubos conectados por todas partes el protagonista de Dirty Dancing dejó la clínica en la que ha pasado la última semana y en la desafortunadamente hubo de celebrar su 57 cumpleaños hace sólo unos días.
Desde que comenzase esta pesadilla, el actor ha estado acompañado por su esposa Linda y su hermano Danny, y a medio camino entre Los Angeles, donde recibe tratamiento, y su rancho de Nuevo México.
Swayze habló de su enfermedad hace algunos meses y confesó tener “miedo”, ya que según los médicos que le atienden, la mayoría de los pacientes que sufren ese tipo de cáncer raramente llegan a vivir seis meses. A pesar de que no ha sido así en su caso, el actor reconoció estar viviendo “un auténtico infierno”.
Actualmente Swayze se encuentra trabajando en su autobiografía, a la que titulará como el tema principal de la película que le catapultó a la fama, The Time of My Life. Al ser preguntado sobre si teme la muerte éste contestó: “No, sigo soñando con un futuro, una vida larga y sana, no vivida en la sombra del cáncer sino en la luz”.