Francisco Martínez Aldama ha vuelto a estar junto a su gran amigo Patxi López en lo que se puede considerar una noche histórica para su partido. No es que los nacionalistas hayan perdido las elecciones vascas pero todo parece indicar que no se harán con el poder. En su lugar, los ciudadanos vascos han dado una oportunidad al candidato socialista Patxi López que ha conseguido incrementar en 6 sus escaños al Parlamento vasco. Martínez Aldama llegaba alrededor de las ocho de la tarde de ayer domingo al hotel Domine de Bilbao, donde sus compañeros habían instalado su sede electoral. Desde allí y en ese momento en el que se conocían los resultados electorales hacía estas reflexiones.
¿Qué lectura hace del resultado electoral?
Nosotros destacamos el importantísimo ascenso del PSE en Euskadi, que ha incrementado en 6 sus escaños y que esta noche ha sido la fuerza ganadora, porque como dice Patxi López “se ha abierto una puerta para la esperanza del cambio”. Todo es un motivo de alegría y satisfacción.
¿Se esperaban estos resultados?
Las encuestas apuntaban en esta dirección, a un importante crecimiento del PSE y a la posibilidad de cambio. Hoy los electores lo han ratificado en ese sentido y por tanto se abre esa puerta a la esperanza que va a ser tan importante en los próximos años.
¿Cómo han vivido la noche electoral?
Estamos en el Hotel Domine frente al museo Guggenheim, aquí van llegando los interventores, apoderados de las mesas electorales... y lo que se respira es alegría y satisfacción por el incremento de votos del PSE.
¿Con quién pactará Patxi López para formar Gobierno?
Lo más importante es que él dijo que presentaría su candidatura como lehendakari y que el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, respetaría lo que los vascos quieran para Euskadi. Ahora se abren varias opciones y habrá que esperar a ver cual toma cuerpo. Se esperan semanas de mucho diálogo, de mucho debate, de muchas conversaciones y eso dará como resultado el nuevo gobierno vasco.
¿Qué le ha oído decir a Patxi López a lo largo de la noche?
Bueno, ahora está a punto de comparecer ante la prensa pero está muy entusiasmado con que el PSE haya tenido una magnífica campaña electoral, haya encontrado el respaldo de miles de ciudadanos vascos y se haya convertido en una opción clara de ser el nuevo lehendakari. Por tanto está con la alegría lógica de sentirse respaldado y apoyado por los ciudadanos.
¿De qué forma cree que este nuevo panorama político podría beneficiar a La Rioja?
Siempre he dicho que La Rioja y Euskadi, que tienen ya de por sí grandes relaciones comerciales, no olvidemos que el País Vasco es nuestro principal mercado natural, deben ahora extenderse al ámbito político. Creo que La Rioja y Euskadi no deben vivir de espaldas y sí convivir de la mano. Estoy convencido de que Patxi López, al que conozco perfectamente bien, será un hombre clave para iniciar un nuevo tipo de relaciones que permitan avanzar en aspectos conjuntos, en sumar esfuerzos y hacer más grande esa política de colaboración que es lo que procede en el siglo XXI.
¿Podría concretar más?
Hay muchos temas de que hablar, pero fundamentalmente se empezaría porque los gobiernos no pueden vivir de espaldas sino de frente y dándose la mano. Sería un paso muy importante para poner luego sobre la mesa cuestiones importantes que estimen ambas comunidades como colaborar en el mundo del vino o mejorar nuestras comunicaciones.
¿Qué relación le une a Patxi López?
Tenemos una unión muy grande. Él me ha llegado a llamar 'hermano' y yo también lo considero como un hermano y un compañero. Hemos llevado un proceso muy paralelo, accedimos al mismo tiempo a la secretaría general socialista en Euskadi y La Rioja. Hay mucha conexión entre ambas generaciones, le considero una gran amigo y yo también lo soy suyo.
Por lo tanto ha compartido con él buenos y malos momentos...
He venido en muchas ocasiones a Bilbao y estabamos recordando todo eso. Hemos llorado juntos muchas veces porque los terroristas han matado a compañeros nuestros y cada vez que ha sucedido les hemos arrimado nuestro hombro para llorar. Hoy por suerte las lágrimas son de alegría.
¿Cómo lo van a celebrar?
Yo me tomaré una cerveza sin alcohol porque después retorno a La Rioja y yo llevo mi coche. Por tanto, lo celebraremos aquí, en el hotel, con mucha alegría y con una buena cerveza para refrescarnos, porque de tanto gritar a uno ya se le empieza a cansar la garganta.