Derek Fisher, con dos triples milagrosos, y Pau Gasol, que ha anotado cinco puntos en los últimos 30 segundos de la prórroga, han tenido un papel decisivo en la victoria por 91-99 de Los Angeles Lakers en la cancha de los Orlando Magic. Los californianos mandan por 3-1 en la gran final.
Pese a que Fisher sólo anotó 12 puntos en el partido, lo cierto es que el base supo elegir los momentos ya que dos triples suyos salvaron a los Lakers de una derrota que parecía segura. A 4 segundos para el final del tiempo reglamentario empató a 87 el marcador y forzó la prórroga. En el tiempo añadido, volvió a surgir con una canasta de tres puntos que puso el 91-94 en el electrónico. Instantes después apareció la figura de Par Gasol que, con otros cinco puntos en dicho parcial, aseguró un triunfo “milagroso” para los pupilos de Phil Jackson.
Kobe Bryant, con 32 puntos, ocho asistencias y siete rebotes, lideró el ataque de la franquicia angelina que, para ser sinceros,
no jugó un buen partido pero tuvo la ventaja de que se encontraron con la gran colaboración de sus rivales. Como se suele decir en estos casos, los Magics fueron los peores enemigos de ellos mismos.
Pau Gasol cerró el encuentro con otro doble-doble de 16 puntos (7-14 y 2-4), con 10 rebotes. A su vez, dio una asistencia y logró una recuperación de balón. El ala-pívot español fue decisivo en el triunfo de su equipo.
En el plano negativo del choque, habría que señalar que Dwight Howard no estuvo a la altura de lo que se esperaba de él y se mostró muy lejos de ese jugador que ha dominado las luchas bajos los aros durante toda la temporada. Por si fura poco, en esta madrugada se convirtió en la nueva versión de Shaquille O'Neal en los tiros de personal. El pívot falló nada menos que 8 de 14 (entre los que se incluyen dos decisivos, que podrían haberles asegurado la victoria).Un partido vibrante
El compromiso no empezó nada bien el partido para los Lakers, que vieron cómo la defensa de sus oponentes era muy superior mientras que, en ataque, los anfitriones saltaron a la cancha imponiendo un ritmo arrollador y agresivo (que forzó a los hombres altos Gasol, Bynum y Odom a cometer dos faltas personales cada uno). Kobe Bryant, con 13 puntos, fue el encargado de mantener a los visitantes con 'vida'.
Perdidos en defensa, y sin lograr hacer buenos ataques, los californianos se dieron cuenta de que el gran problema radicaba en que no conseguían jugar como un verdadero equipo. Ante ese panorama, afrontaron el inicio del tercer período con una idea muy clara: si querían mejorar, tenían que ser más duros en defensa y más agresivos en ataque.
Ambas cosas las ejecutaron a la perfección. Gasol se convirtió en el líder de las tareas defensivas mientras que Ariza hizo lo propio en ataque. En sólo seis minutos, lograron una racha de 5-18 para situarse por primera vez por delante en el marcador (54-55).
Los Magic no pudieron superar la agresividad defensiva de sus contrincantes. Se vieron desbordados y sin capacidad de reacción ante el juego desplegado por los hombres de Phil Jackson hasta que el resurgir de Pietrus y Torkuglu hizo posible que los Magic retomaran el dominio del partido.
Cuando tenían todo a su favor para conseguir la victoria en el tiempo reglamentario, Howard se olvidó que era el líder del equipo y Fisher junto a Gasol le mostraron como se tiene que ganar un partido importante si se quiere ser campeón de liga.
La victoria dejó a los Lakers con la ventaja de 3-1 al mejor de siete partidos. El quinto se disputará el próximo domingo en el mismo escenario del Amway Arena de Orlando.