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PAULA Y RON

Rioja2

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“Quería que el espectador perdiera la moralidad”. Asi de contundente se ha mostrado Pascal Laugier, director de Martyrs, un filme que se ha estrenado en el Sitges Festival Internacional de Cinema de Catalunya dentro de la Sección Oficial Fantástico. Tras la proyección del filme, algún espectador ha vomitado como consecuencia de la crueldad de las imágenes.

La película, que es el segundo largometraje del director francés, fue estrenada en el festival de Cannes y sentó como una patada en el estómago. Martyrs es una historia brutal y salvajemente violenta. “Es una película que se pregunta por lo que queda después de la violencia”, ha añadido el Laugier.

En referencia al argumento, Laugier ha explicado que se trata “de una idea simple, de una niña que se carga a una familia entera. A partir de ahí, quería plantear preguntas: ¿por qué lo ha hecho?”. Martyrs es una película sobre la venganza y su absurdo.

La película arranca en los años 70, cuando una niña (papel interpretado por Myrlène Jampanöi) escapa de un zulo en el que ha pasado media vida. De allí la trasladan a un centro de menores, donde sólo se comunica con otra niña y donde tiene unas traumáticas pesadillas. Quince años después, la misma niña entra en casa de una familia y mata a todos los miembros.