La combinación de ambas enfermedades forma un “cóctel explosivo” ya que ambas son factores de riesgo de primera magnitud para desarrollar una enfermedad cardiovascular, como el infarto de miocardio, el ictus o la insuficiencia renal.
El aumento de peso es un problema frecuente con la insulinoterapia tradicional y el temor acerca de este problema supone una de las mayores barreras para iniciar o intensificar la insulinoterapia y pueden modificar notablemente el cumplimiento terapéutico.
Aunque el tratamiento con la mayoría de los tipos de insulina comporta un incremento de peso, la insulina de acción prolongada detemir, se asocia sistemáticamente a un menor incremento ponderal que las demás insulinas de este tipo.
El control de la glucemia (nivel de glucosa en sangre) sigue siendo el objetivo principal, aunque añaden que evitar el incremento de peso debe considerarse hoy un aspecto fundamental del tratamiento de la diabetes, sobre todo si se incorpora el tratamiento con insulina.
TERAPIAS
El horizonte terapéutico para el control de la diabetes pasa por los nuevos fármacos denominadas incretinas, medicamentos que estimulan la secreción de insulina mimetizando la acción del GLP1, hormona natural que se segrega en respuesta a los aumentos de glucemia tras las comidas.
La eficacia de los análogos del GPL-1 en la reducción de los niveles de hemoglobina glicosilada encuentra un enorme punto de esperanza en una molécula sintetizada por Novo Nordisk y que se encuentra en la fase III de su desarrollo clínico.
Los resultados presentados hasta la fecha, indican que esta molécula permite controlar la situación metabólica del paciente diabético, reduciendo los niveles de HbA1c y glucemia hasta alcanzar los objetivos terapéuticos, evitando las crisis hipoglucémicas y reduciendo el peso corporal de forma significativa.
Esta molécula es un análogo del GLP-1 humano (hormona que se genera de forma natural en el cuerpo con estructura similar al glucagón), que estimula la secreción de insulina, únicamente, cuando se aumentan los niveles de glucosa tras la ingesta de alimentos y se administra una vez al día. Además, al contrario de lo ocurre en la mayoría de los tratamientos antidiabéticos, provoca que el paciente pierda peso, en lugar de aumentarlo. Actualmente, se ha finalizado la Fase IIIa de su desarrollo.