Los pacientes con enfermedades crónicas son los que más se inclinan por tomar suplementos dietéticos. Las personas que han superado un cáncer también los utilizan para tratar algunos trastornos, pero no de forma concreta para el cáncer en sí. También son más dadas las mujeres, las personas mayores, las que realizan actividad física de cierta intensidad, las que incluyen en su dieta fruta y verdura y las que recurren también a la medicina complementaria y alternativa.
Un nuevo estudio viene a compensar la tradicional falta de información sobre los numerosos suplementos alimenticios existentes en el mercado. Una de las preocupaciones que suelen suscitar son las posibles interacciones con los medicamentos prescritos en la consulta del médico, una preocupación muy extendida en la población que toma tamoxifeno después de haber superado un cáncer.
A este respecto decía la directora del trabajo, Melissa Farmer, que es “obligatorio” que todos los pacientes que tomen productos naturales no prescritos informen a su médico. A su modo de ver, se está empezando a construir un cuerpo de evidencias científicas sobre los beneficios de los suplementos dietéticos.
Para entender por qué unas personas los consumen más que otras, Miller y sus colaboradores analizaron la información de 1.844 pacientes que habían pasado por un cáncer y la compararon con una muestra de la población elegida al azar, que eran más de 7.000 personas.
El único suplemento que está estadísticamente asociado al diagnóstico de cáncer son las vitaminas, según se ha observado. No obstante, los sujetos que declararon padecer alguna enfermedad crónica eran un 82 por ciento más proclives que el resto a consumir uno o más de estos productos.
Miller indica que a fecha de hoy es imposible recomendar los suplementos, o advertir contra ellos, a todas las personas con cáncer. “Lo primero es siempre promover una dieta sana”, indica. También considera importante que los profesionales sanitarios que atienden a las personas con cáncer deberían documentarse sobre los suplementos más relevates y asegurarse de que preguntan a los pacientes sobre su consumo.