“La situación no es perfecta”. Ésta es la expresión que se plasma en la investigación Europa, periodistas en peligro de Reporteros Sin Fronteras (RSF) sobre la violencia que padecen muchos periodistas en la Unión Europea. A pesar de que la libertad de expresión es una realidad en esta región el mundo, se registran casos de amenazas, intentos de asesinatos a familiares, agresiones o intimidaciones.
En el caso de España son muchos los periodistas residentes en el País Vasco que soportan la constante amenaza de la banda terrorista ETA. Gorka Landaburu, director del semanario Cambio 16, señala en el informe de RSF que “en 2000, la presión alcanzó el punto álgido a causa de los asesinatos y, entre ellos, los de periodistas. José Luis López de Lacalle, de El Mundo, fue abatido con varios disparos en aquel tiempo. Un año después, yo mismo sufrí un intento de asesinato. Resulté gravemente herido en la explosión de un paquete bomba. He perdido varios dedos y la vista del ojo izquierdo”.
Un periodista de El País puntualiza que “los últimos años han sido muy duros. Las dificultades proceden del clima general, de un sentimiento de crispación que dificulta nuestro trabajo. Estoy cansado de todo esto. Dura desde hace demasiado tiempo”.
España no es una excepción. El informe también recoge situaciones similares en Francia, Italia, Irlanda del Norte o Dinamarca.