Unas 350.000 personas se manifestarán hoy en las calles de Roma para pedir la dimisión del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, y exigirle que se someta a los procesos que tiene pendientes con la Justicia.
La iniciativa, que ha sido denominada 'No Berlusconi Day', se llevará a cabo en la céntrica plaza de San Giovanni in Laterano, uno de los lugares de Roma donde se suelen organizar los eventos más multitudinarios.
La manifestación ha sido convocada por varias asociaciones civiles y cuenta con la adhesión de algunos partidos políticos, algunos de ellos en bloque, como es el caso de Italia de los Valores, Refundación Comunista, Partido de los Comunistas Italianos y los Verdes, entre otros.
También acudirán algunos de los exponentes del principal partido de centro-izquierda, el Partido Demócrata (PD), aunque esta formación como tal no se ha unido a la iniciativa. En particular, acudirán los ex secretarios generales del partido Dario Franceschini y Walter Veltroni, y el parlamentario Ignazio Marino, entre otros.
Sin embargo, ningún político podrá subir al palco para dirigirse al público. Así lo han querido los organizadores con la voluntad de evidenciar que no se trata de una manifestación política sino de la sociedad civil.
Según las previsiones, llegarán a Roma cerca de 700 autobuses, cuatro trenes especiales y una nave procedente de Cerdeña. En total, los organizadores estiman la participación de cerca de 350.000 personas que serán atendidas por 250 voluntarios.
El comité 'No Berlusconi Day' nació en Facebook por iniciativa de un grupo de bloggers que decidieron convocar una multitudinaria manifestación para pedir la dimisión del primer ministro Berlusconi.
Además de acusar a Berlusconi de gobernar el país como si fuera una “dictadura”, los organizadores denuncian la “falta de escrúpulos de un hombre sobre el que pesan las graves sombras de un reciente pasado ligado a la ferocidad mafiosa”.
La manifestación se celebra un día después de las declaraciones del arrepentido mafioso Gaspare Spatuzza ante el Tribunal de Turín, en las que habla de las relaciones que Berlusconi habría tenido a principios de los años 90 con Cosa Nostra, la organización mafiosa originaria de la isla de Sicilia.