El fiscal pide una pena de un año de cárcel y otros ocho de inhabilitación absoluta a un agente de la Policía Local de Calahorra como presunto autor de un delito de torturas, por golpear con un guante a un detenido. La Audiencia Provincial de Logroño celebrará el próximo día 18 la vista oral contra este policía, por unos hechos ocurridos en diciembre de 2002.
El asunto comenzó por la detención de cuatro jóvenes tras un incidente ocurrido en la fuente de la glorieta del Ayuntamiento de Calahorra, por el que les condenaron tras un juicio de faltas. El acusado trasladó a uno de estos detenidos a la comisaría para obtener su filiación completa, y allí, le llamó “hijo de papá” y le dio varios golpes en la cabeza con un guante de goma, según sostiene el fiscal en su escrito de acusación.
El joven, que sufrió un traumatismo leve y tumefacción, pero no le quedaron secuelas, tendrá que ser indemnizado con 600 euros.