La movilidad de los trabajadores depende, en muchas ocasiones, de la capacidad de las provincias de retener capital humano o de absorber mano de obra en las ocupaciones más demandadas. Para analizar este fenómeno se elabora la ratio de atracción de los recursos humanos que indica la proporción de trabajadores que entran en una provincia por cada trabajador que sale.
Las provincias que obtienen una ratio por encima de 1 son receptoras de trabajadores, lo que nos indica que son capaces de retener el talento de sus trabajadores o de absorber mano de obra hacia su territorio. Por el contrario, aquellas zonas donde esta ratio es inferior a 1 son exportadoras de mano de obra. Así, en el caso de La Rioja, a lo largo de 2012 (último dato disponible), entraron 22.797 trabajadores, mientras que salieron 29.038, lo que sitúa su ratio de atracción de recursos humanos en 0,8. De esta manera, por cuatro trabajadores que entran en La Rioja, salen cinco a trabajar en otras provincias.
La tasa de movilidad interprovincial se calcula como la proporción de contratos que implican desplazamiento (tanto de entrada como de salida) sobre el total de contratos de una provincia. Es decir, el porcentaje de contratos que implican movilidad sobre todos los contratos de la provincia. Para el conjunto nacional esta tasa se situó en el 11,92 por ciento. O lo que es lo mismo: doce de cada cien contratos que se firmaron en España implicaron movilidad. En La Rioja, esta tasa se situó en el 12,17 por ciento. Es decir, doce de cada cien contratos en la región implicó movilidad.
Por su parte, el 10,1% de los hogares riojanos con, al menos un activo, tiene a todos sus miembros en paro, muy por debajo de la media nacional (14,8 por ciento). Además, el 52,5% de los parados riojanos lleva más de un año en situación de desempleo, muy por debajo de la media nacional (61,5%). Entre los datos también destaca que La Rioja crea tanto empleo privado en el primer trimestre del año (+2,3%), como empleo público (+4,1%).
Madrid, Álava y Barcelona atraen talento en mayor medida del que lo exportan, mientras que desde Cádiz, Cantabria o Toledo salen más trabajadores de los que entran. Según se extraen de los datos, el 12% de los contratos que se firman en España implican un desplazamiento entre las distintas provincias. El trabajador que cambia de provincia es un varón de entre 25 y 34 años con un bajo nivel de cualificación.
Por su parte, Madrid acapara prácticamente el 16% de las entradas de trabajadores venidos de otras provincias, seguida de Barcelona (9,15%), Sevilla (4,79%) y Valencia (4,26%). Además, Andalucía vuelve a situarse como la CCAA con un mayor peso de hogares con todos sus activos en paro y nueve comunidades autónomas continúan creando empleo público de manera interanual. Por su parte, Asturias, Castilla- La Mancha y Canarias son las regiones con un mayor peso de parados de larga duración.