Las divergencias entre definiciones han sido tantas que un grupo internacional de médicos se reunió el año pasado para desarrollar la primera definición médica de la eyaculación precoz (EP) persistente, en un intento por facilitar el diagnóstico, tratamiento e investigaciones futuras de esta alteración. Los resultados del estudio se divulgaron en las revistas British Journal of Urology (BJU Internacional) y The Journal of Sexual Medicine.
Para aclarar el embrollo académico, Carlos Sancho explica que “ha habido incluso diferentes criterios de tiempo, según los segundos o los minutos en los cuales se produjera la eyaculación, para definirla, pero hoy por hoy, es la falta de control lo que determina que un paciente sufre eyaculación precoz, no importa tanto el momento, como el hecho de que el hombre carezca de control sobre ella”.
De acuerdo con el criterio del grupo internacional, “los hombres con EP persistente -no con episodios aislados- padecen un grupo de síntomas básicos, entre los que se incluye la eyaculación precoz casi siempre que tienen relaciones sexuales”. En los casos más graves, el hombre eyacula antes de la penetración de su pareja o segundos después de hacerlo.