Constantes cambios siguen sucediéndose en el panorama político tunecino. La necesidad de ruptura con el régimen anterior, en el que fue presidente el huido Zine al Abdine Ben Alí, queda patente en cada protesta que los ciudadanos llevan a las calles de Túnez.
Por este motivo, el gobierno de unidad tunecino ha decidido en su primera reunión de este jueves reconocer a todos los partidos y movimientos políticos prohibidos hasta ahora así como elaborar una ley de amnistía para todos los presos políticos, según ha anunciado un ministro.
Además, el comité central de Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), el partido del derrocado Ben Alí, ha sido disuelto, según informó la televisión estatal. El comité ha decidido su disolución después de que muchos de sus miembros (el presidente interino de Túnez, el primer ministro y otros miembros del gobierno interino) renunciaran a seguir al frente del partido por presiones de la oposición. No obstante, el partido por sí mismo seguirá existiendo.
Pero esta no ha sido la única demanda social atendida. Así, uno de los ministros vinculados al RCD, Zouheir M'Dhaffar, ministro de Estado, ha renunciado a seguir en el Ejecutivo “por los intereses del país”, según informó la agencia estatal de noticias, TAP.
“Dimito por los intereses del país en esta delicada situación para intentar ayudar al país a salir de la crisis y garantizar una transición democrática”, declaró Zouheir M'Dhaffar, en la oficina del primer ministro.
M'Dhaffar es uno de los ministros que se han dado de baja en el RCD a fin de satisfacer las demandas de los cuatro sindicalistas y dirigentes opositores que habían renunciado esta semana a sus cargos en el nuevo gobierno interino.
La propia RCD ordenó el miércoles la expulsión de sus filas de Ben Alí y de otros seis altos cargos de su régimen y tanto el presidente interino, Fouad Mebazaa, como el primer ministro, Mohamed Ghannouchi, habían anunciado el martes su salida del partido para cumplir las demandas de la oposición.