María Teresa 'Maite' Pagazaurtundua Ruiz (Hernani, 1965) es un caso paradójico en las elecciones al Parlamento europeo. No es riojana pero UPyD La Rioja la presenta como “su candidata”, ya que vive en Logroño desde hace varios años. Antes, entre 1993 y 1998, fue diputada en el País Vasco por el PSOE y concejal en Urnieta, con el mismo partido, desde 1999 hasta 2007. A pesar de ir en las listas de la formación magenta, como número dos, nada más y nada menos, se presenta como independiente. En la entrevista lleva un pañuelo a modo de diadema aunque no para de apartarse el pelo antes de cada explicación. Le acompañan dos asesores. Hoy está aquí, mañana allí. Casi ni se entera de cuál será la siguiente parada en la campaña. Su voz es tranquila, suave. Habla despacio, parándose aún más cuando no encuentra la palabra exacta. Mira a los ojos. Siempre. Tanto para escuchar como para responder.
Se presenta como independiente a través de UPyD. ¿Por qué decide dar este salto otra vez a la política?
La política europea es una manera de estar en todas las políticas porque nos influye en nuestra vida cotidiana y porque es nuestra apuesta de futuro. En el siglo XXI no se entiende la autarquía de países pequeños. Ya no hay un país lo suficientemente grande para poder garantizar el futuro de sus hijos, la prosperidad o hacer frente a retos. La globalización ha puesto en crisis muchísimas cosas.
¿Por qué en UPyD?
Es un partido joven, en crecimiento. No tiene lastres de pasado. Surge porque había una necesidad de oxigenar la política española. Los grandes partidos han ido generando algunos vicios con el transcurso del período democrático y han llegado a interferir demasiado en la vida social y en aquellos poderes que deberían ser independientes. Hay demasiada interferencia de los dos grandes partidos en todo.
El liderazgo es cada vez más flojo. La política debe ser más corajuda, más directa y tiene que estar mejor liderada. Se utilizan demasiado los gurús, los gabinetes de prensa, los asesores… porque muchas veces los líderes son flojos. No hace falta tanto dinero, tanto aparataje, tanta propaganda, si hay cosas que hacer. UPyD es valiente como perspectiva política, no le importa entrar en asuntos incómodos. No utiliza demasiado los eufemismos. Es claro. Es riguroso. Incluso es hiperresponsable, porque podría hacer campañas muchísimo más duras, pero no lo hace, porque prefiere la argumentación a la descalificación ad hominem.
¿Se puede conseguir cambiar las cosas a través de un partido con poca representación?
Los partidos van consiguiendo influencia en función de distintas cosas, y UPyD lo está haciendo a través de un trabajo riguroso desde el punto de vista político y de la firmeza desde la que trabaja. Ha influido mucho más de lo que parece en la política nacional desde su irrupción, pero tiene que hacerlo todavía mucho más.
Decía en una entrevista que Batasuna “intenta blanquear su historia en distintas instituciones europeas”, ¿a qué se refiere?
Llevo treinta años peleando contra el mundo de ETA (su hermano fue asesinado en 2003 por la banda terrorista), lo conozco muy bien. No han parado en la estrategia que tienen de imponer un proyecto político, simplemente han moderado las maneras. No les interesaba ya asesinar porque les daba más coste que beneficio. Lo que ahora intentan es echarnos la impunidad encima a todos e intoxicarnos a todos. Intentan hacernos ver que, por la paz, hace falta la impunidad. Y esto no es así. Esto no arregla la sociedad. Sobre la mentira no se puede dignificar el futuro. Vamos a ver, ¿hay una operación de blanqueamiento? Sin duda. ¿Por qué ahora está tranquila Batasuna? Primero porque no asesina, aunque ETA no se haya disuelto, porque está en una operación de chantaje en la que quiere involucrarnos a todos para conseguir que los presos terroristas no cumplan sus condenas y no se reinserten, que la ley se aplique de forma distinta para ellos. El objetivo final es la independencia del País Vasco, a palo seco. Intentan en ese blanqueamiento deslegitimar a la democracia que les ha hecho frente, como si hubiera sido una cosa entre dos bandos, en los que ambos estuvieran igual de manchados. No es así.
¿Cómo se lucha contra esto?
Con verdad. Intensamente. Aprendiendo de los errores del pasado, porque el Estado español ha tenido muchos altibajos en su discurso político en Europa con estos temas. De momentos muy buenos, ha tenido otros de bastante claro-oscuro. Las asociaciones de víctimas hemos hecho lo que hemos podido pero teníamos muy pocos medios. Tenemos que aprender de los errores del pasado, de ese trabajo de lobby que ellos hacían, de las mentiras que contaban, de cómo entran en la wikipedia en inglés, de cómo van parlamentario a parlamentario contando mentiras… Tenemos que aprender para contrarrestar todo eso y contar de verdad lo que pasa y ha pasado políticamente.
¿Cuál es la posición de UPyD en la política migratoria y de la valla de Melilla?
La política migratoria de Europa tiene que ser común. La organización de las leyes tiene que ser común para que todas esas personas que quieren entrar en Europa puedan tener unas condiciones sociales y humanitarias que sean compatibles con la UE. Además hay que organizar los tratados, bilaterales o no, con esos países que tienen personas que quieren venir a la UE. En todo caso, quitar las incoherencias que existen en este momento y que generan cosas como las que estamos viendo en algunas de las fronteras del Mediterráneo. Nuestras fronteras no son fronteras españolas, son de la UE.
Hay que tener una visión de más largo plazo porque Europa tiene el problema del envejecimiento de su población. No podemos vivir al margen de la inmigración, y además nosotros ahora mismo también generamos inmigración. Lo que no queremos para nuestros hijos, no lo debemos de querer para otros, pero las cosas tienen que estar bien ordenadas.
Se presenta al Parlamento europeo con la lucha por los Derechos Humanos como uno de sus objetivos, ¿cuál es la visión que tiene de esa lucha?
El impulso que me ha llevado a la política es un impulso ético, trascender los intereses personales y pensar que los derechos, las oportunidades y las libertades, la capacidad de desarrollar los talentos en una sociedad, van más allá de una familia, pueblo o región. Tienen que ver con algo que está dentro de nosotros, un impulso humano del apoyo a otros seres humanos. Entender la política en términos de poder es eso que lleva a actuaciones y malas prácticas, a lo peor que conocemos de la política. Desde ese impulso ético es desde donde venir la política, no el afán de poder, de ser secretario general.
¿Cuál es la propuesta económica de UPyD y cómo va a enfrentarse su partido a la Troika y los poderes financieros?
En UPyD hay gente con unos currículums, en cuanto a economía, muy impresionantes. El conjunto de medidas que presentan son bastante coherentes. No hay disparates antisistema, porque no te puedes endeudar, más allá de las capacidades, durante muchísimo tiempo. El control del déficit y del endeudamiento es algo que es necesario, pero los recortes deben hacerse sobre los sobrantes, no sobre elementos absolutamente estratégicos de la sociedad como educación, sanidad o I+D+i. No pueden entenderse.
Hay muchas instancias que generan subvenciones pero que están en múltiples oficinas y organismos, por lo que creemos que hay que compactar todo esto y generar estrategias grandes. Los fondos, cuando se dan de forma muy parcial, generan mucho menos efecto que cuando la simbiosis y las sinergias de los fondos están mucho más concentradas. Por otra parte, UPyD es claro con los gastos superfluos. Las instancias europeas se desplazan una semana al mes, miles de funcionarios y parlamentarios, a otro sitio para hacer los plenos. ¿Qué empresa utilizaría los recursos de esa manera?
El resto del programa contempla la creación de fondos monetarios europeos, que el Banco Central tenga capacidad de controlar al sistema financiero e imponerle sanciones, la mutualización de la deuda, estudiar aspectos que tienen que ver con quitas… el proyecto económico es sólido. Además creemos firmemente que se debe luchar contra el fraude fiscal y los paraísos fiscales, incluso cuando se utilizan territorios dependientes de la UE, como es el caso de Gibraltar. No nos da miedo decir esto. Es la manera de quitar las posibilidades de la corrupción, cuanto más difícil sea esto, más difícil es la corrupción y el blanqueo.
Otro de sus objetivos, junto a la lucha contra los Derechos Humanos, es la educación. ¿Qué dice al respecto?
Europa nos ayudar a evaluar algunas de las necesidades que tenemos y nos tiene que ayudar a ir generando los cambios educativos que nos ayuden a superar que con cada cambio de Gobierno haya un cambio de ley. Los problemas de educación no los resuelven las leyes, los resuelven las sociedades que se ponen de acuerdo en hacer cosas, que se dan cuenta que la educación es lo más estratégico que tenemos. Tenemos que dar a los chavales la oportunidad de tener oportunidades, de poderse educar desde el primer momento de su escolarización hasta donde su talento y su deseo les lleven. La política de recortes en la universidad es un error, está llevando a gente plantearse no estudiar cuando tienen deseos de hacerlo.
La política de exigencia de permanencia en las universidades, que ahora se aplica a los becarios, en todo caso, debe ser común a todos, a los becados y a los no becados. Lo que no puede ser es que quien tenga recursos económicos pueda actuar de una manera y quien no los tenga, no lo pueda hacer. Principios de equidad y de igualdad de oportunidades que son básicos, aunque eso no quiere decir que, cuando los recursos están más limitados, no tengamos que establecer prioridades y decirle a la gente que se comprometa. Y por supuesto, hay que reducir la tasa de fracaso escolar y quitarnos los complejos, debemos pensar que todo el sistema educativo es importante (Primaria, Secundaria, Universidad, FP, etc).
¿Qué es lo que más le ha sorprendido del proceso electoral?
He aprendido para siempre a hacer las maletas. Uno no sabe la cantidad de cosas que hacen falta cuando sale muchos días de casa y tiene que llevar ropa que no se arrugue demasiado, porque no sabes cuándo vas a volver a casa. También he aprendido a gestionar emocionalmente los afectos en el tiempo en el que uno está fuera, la intensidad del trabajo que uno debe realizar, la responsabilidad que significa, el cansancio, que no es físico sino por querer hacer muchas más cosas. Yo pensaba que me había cansado en temas de compromisos, pero no, no sabía que todavía se podía trabajar más.
¿Qué le diría a la gente para que fuera a votar?
Pese a que a veces se sientan indignados, tengan rabia o escepticismo, que piensen que la única manera de que les gobiernen mejor es comprometiéndose con aquello que les parece que pueda tener alguna posibilidad de mejorar las cosas. Si les parece que todo se está haciendo bien, está claro que deben votar al bipartidismo. Si piensan que el régimen que se ha ido constituyendo deja mucho que desear, que miren alrededor. No es un castigo bíblico tener dos partidos que se turnan. Quizás lo que tuvimos estuvo bien, pero ahora hace falta oxigenar el sistema. No votar es la apuesta segura porque al final se controle peor a los políticos y que nos gobierne el peor. Las cosas nos piden atacar fuertemente los problemas. Es el momento de comprometerse todos porque si no veremos que los problemas crecen.