El líder del PP, Mariano Rajoy, admitió este jueves que el partido que preside se tiene que enfrentar a dos problemas, “la corrupción del caso Gürtel” y las discrepancias en el seno de la formación política por la pugna de poder en Caja Madrid, y para resolverlos remitió al comité ejecutivo nacional convocado para el próximo martes ya que, aunque reconoció que la “paciencia es una virtud muy importante” en política, “Santo Job sólo ha habido uno en la historia”. Rajoy se pronunció así durante un acto ante militantes de su partido en Cartagena en el que rechazó la corrupción, que le parece “una porquería”, y aseguró que “si una persona del partido ha hecho lo que no debe, no puede pertenecer al PP”. En este sentido, remitió al Comité Ejecutivo Nacional del próximo martes, en el que los militantes “tendrán respuesta a lo que está pasando” y donde se hablará del “respeto debido a los militantes, del interés general y de la lealtad al partido”.
El jefe de la oposición subrayó la “responsabilidad” del PP “frente a quienes hacen política sin responsabilidad” aunque, añadió, “para tomar decisiones a veces hay que ser audaz y a veces hay que ser prudente”. “La paciencia es la más importante de la virtudes pero Santo Job no ha habido más que uno en la historia”, terció.
Reconoció que el caso Gürtel es un problema de su partido y subrayó que no acepta “la corrupción de ninguna manera” y que, si tiene “la convicción de que alguien ha hecho lo que no debe hacer, esa persona no podrá pertenecer al PP”.
Sin embargo, se negó a aceptar “que todos los políticos sean unos corruptos”. “Seguramente haya algunos que lo sean pero la mayor parte es gente decente que lucha por ello”, dijo. Por eso, señaló, “decir que todos los concejales y cargos electos son corruptos es lisa y llanamente mentira”.
De ahí que el jefe de la oposición subrayara que quiere ser “justo y equilibrado y no arbitrario” en la denuncia de la corrupción, como también de las “actuaciones judiciales desproporcionadas”. A su juicio, “ha habido demasiadas filtraciones que han generado juicios paralelos”, al tiempo que defendió que “nadie puede condenar a un ser humano sin pruebas”.
EL RETO: UN CAMBIO DE GOBIERNO
Además de los dos problemas que, según reconoció Rajoy, aquejan a su partido, el presidente del principal partido de la oposición mencionó también “el reto” de propiciar el cambio político en España.
En su opinión, “el peor gobierno de la democracia” es el que preside José Luis Rodríguez Zapatero, sin que esto se deba a “una cuestión de ideología, sino de incompetencia, de no saber a dónde se va ni cómo y acumular una colección de fracasos”.
Asimismo, puso de manifiesto “la incapacidad para afrontar la crisis económica y el riesgo que corre España de quedar en la nada cuando llegue la recuperación”.
En opinión de Rajoy, “después de engañar a los ciudadanos respecto a la crisis, el Gobierno sólo sabe ahora gastar y subir los impuestos, lo cual generará un déficit de 200 millones de euros”.