Millones de libra de recompensa, como entonces. Cuatro años después, Maddie sigue siendo objeto de búsqueda. De seguir viva, la mayor de los hijos del matrimonio McCann contaría hoy con siete años. La investigación nunca se detuvo y, sus padre han seguido defendiéndose contra quienes les acusaban a ellos directamente. El matrimonio mantiene su principal argumento, la desaparición y rapto de la niña en su ausencia.
Cuatro años después se abre una nueva investigación en la que se han implicado una treintena de detectives de Scotland Yard. Sus padres han reactivado la búsqueda implicando al nuevo gobierno británico. David Cameron recibió la semana pasada una carta del matrimonio en la que se pide una revisión del caso, ya que las últimas pesquisas de Paul Stephenson, jefe de Scotland Yard, apuntaba a que la niña podría seguir con vida.
Los investigadores estaban a punto de tirar la toalla y dar el caso por cerrado definitivamente (puesto que ya lo hicieron hace tres años), pero en cuestión de una semana todo vuelve a cambiar y al punto donde comenzó aunque ya sin el revuelo mediático de hace cuatro años. Pero, esta decisión de la policía británica no ha sido vista con buenos ojos por parte de la opinión pública porque los más críticos argumentan que los recursos policiales son más necesarios para otros casos en estos momentos y no para el de Madeleine McCann, que se dio por zanjado en 2008 por falta de pruebas.
El escollo principal para el equipo de investigadores será el idioma en que están redactados los documentos sobre Madeleine. La mayor parte de la documentación está en portugués, puesto que fue allí donde se inició el caso con la desaparición de Madeleine en Praia da Luz cuando estaba de vacaciones con sus padres.