Ha llegado con más de una hora de retraso, pero sus vecinos le han esperado pacientemente. La ocasión lo merecía. Albelda se ha volcado hoy para recibir a Carlos Coloma, tras su flamante medalla de bronce en la prueba de ciclismo de montaña lograda este domingo en los Juegos Olímpicos de Río.
Coloma ha llegado esta mediodía, junto al resto de la delegación española, al aeropuerto de Madrid-Barajas, donde ha sido recibido por su mujer, Loli, y sus hijos, Carlos y Lucas. Desde allí, se ha trasladado hasta su tierra, hasta Albelda, donde, alrededor de las nueve, una multitud de de vecinos y familiares esperaba al deportista a su llegada a la plaza de la localidad.
Con su medalla al cuello, Coloma ha recibido los primeros abrazos y felicitaciones. Entre ellos, uno muy especial: el de su emocionado abuelo, Doroteo, al que le ha recordado su promesa de ganar una medalla: “Ya te lo dije”.
Ha sido entonces el turno para el pueblo de Albelda. Con los sones de “We are the Champions” han recibido al deportista albeldense coreando su nombre en una gran fiesta con la que han querido agradecer a su paisano el haber llevado tan lejos el nombre de su localidad. “Los momentos buenos y malos los he vivido con mi pueblo y lo hemos pasado juntos”, ha dicho.
Ante una plaza abarrotada, ha recibido una nueva medalla, en este caso de oro, de manos de la alcaldesa, Rosana Zorzano. Coloma ha anunciado su intención de acudir a Tokio dentro de cuatro años, en lo que serían sus cuartos juegos tras Londres (2012), Pekín (2008) y Río de Janeiro (2016).
Un recibimiento de héroe para un campeón que ha reconocido “haber cumplido un sueño” y se ha mostrado emocionado con “un reconocimiento brutal”.