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Recordando los tiempos en los que no había tablets y se jugaba en la calle

Rioja2

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Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que los niños no se quedaban absorbidos por los estímulos de una pantalla y jugaban en la calle sin necesidad de nuevas tecnologías. Con un bote, una comba o un balón viejo podían pasar horas jugando con sus vecinos del barrio, los que conocían desde siempre. Es inevitable esbozar una sonrisa cuando se recuerdan esos momentos, pero en Arnedo han ido un paso más y han intentado recuperar la esencia de esas tardes de juegos y risas.

La calle Santa Eulalia y el patio Carreto, en pleno casco antiguo del municipio, era uno de esos barrios donde los niños se reunían cada tarde para jugar. En los 50 y 60, los barrios y patios eran grandes comunidades donde todos se conocían y compartían su día a día. Poco a poco, la mayoría de los vecinos se marchó a vivir a otros barrios más céntricos, pero el sentimiento de comunidad que marcó a aquellos niños ha hecho que, ya de adultos, hayan decidido volver a juntarse.

Eso hicieron el año pasado por primera vez estos vecinos, en una cita en la que sobre todo se dedicaron a escarbar en la memoria contando “batallitas” infinitas. Pero este año han decidido celebrar, como ellos dicen, “la segunda edición” de su encuentro añadiendo una sobremesa muy divertida: los juegos de su niñez.

Unas 25 personas de entre 50 y 70 años se dieron cita el pasado viernes en la calle de su infancia. Allí compartieron mesa y anécdotas y también saltaron a la comba y jugaron al bote.

“Queríamos volver a nuestra infancia, que todos recordamos con mucho cariño, y nos dedicamos a hablar y hablar”, nos cuenta uno de los vecinos, que destaca que, además, de pasar una gran noche, este encuentro ha servido para retomar la relación entre ellos, así que ya piensan en la tercera edición.