Fruto de las medidas de presión con más controles de seguridad, la Guardia Civil detuvo este domingo a dos presuntos miembros de ETA en la localidad guipuzcoana de Arrasate-Mondragón. Se trata de Igor Portu y Martín Sarasola, dos miembros 'legales' de la banda terrorista, es decir, sin ficha policial hasta la fecha. Según fuentes próximas a la investigación, ambos iban armados y eran vecinos de Lesaka, localidad ubicada en Navarra. La Guardia Civil ha registrado en las últimas horas sus domicilios.
Los arrestos se produjeron en torno al mediodía de ayer, en un control establecido por los Grupos Antiterroristas de la Guardia Civil en Arrasate-Mondragón. Los dos presuntos terroristas, que iban armados en el momento de la detención, fueron detectados gracias a las medidas de refuerzo de los controles de seguridad realizados a lo largo del mes de diciembre en la zona y, consecuencia de esta operación, no se descartan nuevos arrestos.
Ninguno de los dos presuntos terroristas estaba fichado, lo que en el argot policial se conoce como miembros 'legales' de ETA. Por eso, hasta que no pasaron algunas horas, no se conocieron demasiados detalles. Así, a lo largo de la tarde, pudieron constatarse las identidades de los supuestos etarras: Igor Portu Juanena y Martín Sarasola, de entre 29 y 30 años. Ambos son vecinos de la localidad navarra de Lesaka, donde Portu trabaja como técnico de la Mancomunidad de Servicios Sociales de Bortziriak-Cinco Villas, labor que comprende, además del municipio citado, los de Arantza, Bera, Etxalar e Igantzi.
Por parte del PP, el presidente de esta formación en Vizcaya, Antonio Basagoiti, calificó de “excelente” noticia la detención de Portu y Sarasola, ya que “éste es el camino para conseguir la paz y la libertad verdadera”.
COMUNICADOS
Estas detenciones llegan después de que la banda hiciese públicos dos comunicados desde que empezó el año. El primer de ellos se anunció el día 2 en Gara, en el que además de reivindicar los atentados perpetrados el 16 y el 24 de diciembre, en Sestao y Balmaseda, respectivamente, arremetió contra la “estrategia de estado de excepción” mantenido por el Gobierno central para intentar la “destrucción del independentismo vasco”.
El segundo texto se dio a conocer el sábado, y en el ETA realizó comparaciones entre “Euskal Herria” y Kosovo y Escocia. La banda terrorista reiteró su lucha contra el “terrorismo de Estado” y auguró “largos años de conflicto”. Además, y junto a las críticas al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, también incluyó reproches a la Administración regional, liderada por Juan José Ibarretxe. Particularmente, se refirió a su Plan como “un nuevo fraude”, al representar una “falsa confrontación con el Estado”. Ambos textos recibieron la condena unánime de las fuerzas democráticas.