Punto y final. Le han sobrado 12 jornadas al Rioja Vega, aunque tenía que jugarlas para certificar su continuidad en LEB Plata, una competición cuyo formato exige un extra en todos los sentidos, cuestión que, por ejemplo, el cuadro logroñés ha librado merced a su ventaja (7-3) con la entró en la segunda fase en la pelea por la permanencia. Al final, con tres victorias seguidas ha equilibrado su balance en estos últimos meses (6-6). El último triunfo lo completó en el Palacio, donde arrancó el curso del supuesto ‘reset’, ante La Roda, ya descendido, y después de remontar una ventaja de -17 en el segundo cuarto (32-49). El bloque logroñés lo hizo con lo puesto: 9 hombres -no jugaron ni Nissen ni Saintel-, de los cuales Jordan y Hewitt participaron 3 minutos cada uno.
Cuestión que podía haber pasado factura después del esfuerzo por volver a meterse en el partido cuando parecía imposible tras un mal segundo cuarto (18-28). Pero la actuación anotadora de Parrado, a más con el paso de los minutos, y el espíritu que contagió Lafuente (38 minutos en pista) fueron fundamentales para pensar en la victoria. En definitiva, hubo emoción en un final de cara o cruz en el que el Rioja Vega entró al último minuto por debajo, 77-80, pero supo, merced a su buena defensa ganar para despedir una campaña decepcionante con una agradable sensación. Eso sí, hay mucho trabajo por delante para recuperar una categoría, LEB Oro, que se ve muy lejana.
El Rioja Vega, pese a las bajas, mantuvo el tipo durante un primer cuarto aseado en el que se notaba en exceso la falta de tensión competitiva entre dos equipos que no se jugaban nada. Quizá por eso, la inercia hizo que ambos estuvieran más o menos al mismo nivel en aciertos y fallos. El 8-8 se rompía con el triple de López, que ayudaba a los locales para tomar una ligera ventaja a falta de dos minutos para cerrar el primer acto, 18-14. Sin embargo, La Roda supo darle la vuelta merced a los tiros libres finales con los que se aupó con el 19-22.
Los de Jenaro Díaz no se iban a imaginar que con un parcial de 0-8 tras el 21-24 se iba a complicar la existencia. Dos triples seguidos de Adón metían en apuros a los locales (21-32), algo desdibujados en sus tareas defensivas. Parecía que el Rioja Vega se aplicaba, pero era un querer y no poder. Cada vez que se acercaba en el electrónico, respondía el cuadro manchego, como cuando con el 27-34, Boyero metía un triple para hacer el 29-40. Entonces, los logroñeses se dejaron ir. Pésimos en el lanzamiento -la diferencia en el porcentaje al descanso era del 39% de los anfitriones al 56% de los visitantes-, el Rioja Vega se hundía.
El 32-49 evidenciaba que había un equipo grogui. Con una diferencia sideral entre la actitud de unos y de otros, hubo un halo de esperanza cuando Louissaint metía un triple para el 37-50 al ecuador. La charla en el vestuario surtió efecto. Cuestión de orgullo o no, el caso es que Louissaint, Pérez y Parrado permitían el 43-50. La Roda ya no anotaba con tanta continuidad, aunque cuando los riojanos hacían sombra a los visitantes, estos volvían a poner tierra de por medio. Es lo que tiene contar con la oportunidad de ponerse a tiro, fallar y que en la transición el rival sume puntos. Tras el 48-56, López, con 4 puntos consecutivos, evidenciaban otra imagen del Rioja Vega, 52-56.
Adón no quería ceder y aumentaba al 54-61, aunque Noguerol, con un triple a falta de 6 segundos para acabar el tercer cuarto obligaba a La Roda a un esfuerzo extra con el 61-63. Que se le había dado la vuelta a la tortilla quedó claro cuando Louissaint, con un triple, colocaba a los suyos arriba, 65-63. Ahora, era La Roda la que no estaba ‘enchufada’. Le costaba. A 4 minutos para el final, los riojanos seguían por delante, 70-66. Parcial de 2-7 para que los manchegos recuperaran la delantera, 72-73.
Louissaint volvía a sumar desde los 6,75, 75-73, a 150 segundos para la conclusión. Adón empataba, pero Lafuente, desde la personal, daba dos puntos a los suyos (77-75) con algo menos de dos minutos. Aparecía, con acierto, Iroegbu para monopolizar los ataques de La Roda, ya que después del triple errado por Noguerol, el marcador era 77-80 con 57 segundos para poner el telón a la temporada.
Irrumpió Parrado para dar una alegría parcial y confiar en la defensa. Iroegbu se hizo un lío aunque su equipo aún tenía un segundo de posesión. Hubo robo y contra para que Parrado estuviera listo a coger la bandeja errada de López para prácticamente certificar la remontada, 81-80 con 12 segundos aún por disputar. El catalán cometería una falta personal, mientras que acto seguido Lafuente robaba la pelota tras un pase de Adón para confirmar que el Rioja Vega iba a alcanzar el triunfo número 13 en esta segunda fase por la permanencia. Tiempo para la reflexión, para la autocrítica y para saber hacia dónde se quiere ir la próxima campaña y con quién, además de con qué identidad.