Naturhouse La Rioja (9+15): Aguinagalde (p), Parra (6), Juárez (4, 3 de penalti), Tioumentsev (4), Garabaya (3), Amargant (2), Víctor Hugo, Lorger (ps), Velasco, Sorrentino, López (1), Dujsevaev (4), Praznik y Silva.
Reale Ademar (12+11): Losert (p), Montoro (3), Martins (1), Castresana (1), Aguirrezabalaga (3), Ortigosa (5, 2 penalti), Cutura, Alamo (ps), Carou, Candau (1), Buntic (2), Kryvochlykov (2), Chernov y Stranosky (5, 1p).
Parciales: 0-2, 2-3, 3-5, 5-8, 8-11, 9-12 (descanso), 12-15, 16-17, 18-20, 21-22, 22-22, 24-23 (final). Árbitros: Muro San José y Rodríguez Murcia. Expulsaron por tres exclusiones al jugador local Garabaya. Excluyeron a los riojanos Praznik y Amargant; y a los leoneses Martins, Castresana (ambos dos veces), Candau, Chernov y Aguirrezabalaga.
Incidencias: Alrededor de 2.500 aficionados en el Palacio de los Deportes de La Rioja.
NATURHOUSE - ADEMAR LEÓN, 24-23
El Palacio de los Deportes volvió a vibrar con el mejor balonmano. El Natuhouse La Rioja comenzó su segunda vuelta con un rival de enjundia, el Reale Ademar León. Pero antes de comenzar el choque, Rubén Garabaya, que consiguió la medalla de bronce con la selección española de balonmano en el pasado Mundial de Suecia, recibió de manos del presidente de la entidad riojana, Segundo Viguera, la insignia de oro del club.
En cuanto al partido, fue un duelo al más alto nivel. No faltó de nada: emoción, igualdad y una remontada que se empezó a fraguar al final de la primera parte teniendo a Gurutz Aguinagalde como el mejor jugador del partido.
Los
hombres de Jota González, con una plantilla reducida y mermada por las bajas de numerosos jugadores, comenzaron descentrados. El Ademar empezó imponiéndose en ataque (0-2) ante la pasividad del equipo local que fue aprovechada por el rival para ir poniendo distancias en el marcador.
Por contra, el Naturhouse se veía inmerso en continuos errores y pérdidas de balón; miestras el Ademar jugaba mucho más cómodo que el equipo riojano.
Pero el muro leonés, hasta el momento inexpugnable, empezó a romperse y su comodidad sobre el campo desapareció a mitad de la primera parte. Se cargó de faltas el equipo de Ribera y los locales aprovecharon sus superioridades. Con Castresana y Chernov fuera de pista, el Naturhouse recortó distancias y se vino arriba (8-10) a falta de cinco minutos para el final. Mejoró el equipo riojano en este tramo final y pudo romper la muralla rival con más facilidad. La remontada se tornó en algo factible y acabó el primer tiempo con el resultado de 9-12. La sensación de que se podía ganar estaba en la cabeza de todos los jugadores franjivinos.
La segunda parte fue de infarto. El Naturhouse salió a cancha más centrado y mejorando en ataque y en defensa (11-13). La igualdad fue la tónica de todo este segundo tiempo y el equipo local, tras dos efectivos contraataques y un último gol de Garabaya, consiguió empatar el choque (16-16).
Pero el Ademar pareció despertarse de su letargo y volvió a dar un golpe sobre la mesa para seguir poniendo tierra de por medio. El equipo dirigido por Jota González no se dio por vencido. Dujsevaev marcó y volvió a igualar la contienda (18-18). Aguinagalde paró un penalti a Stranosky pero dos contras del equipo leonés volvieron a poner las distancias en el luminoso (18-20, 20-21).
Fue momento en el que el equipo leonés se mostró muy agresivo en ataque y le pasó factura. La defensa 5-1 impuesta por el Naturhouse frenó al conjunto de Jordi Ribera que nunca estuvo seguro de ganar este partido. No las tuvo todas consigo.
Garabaya de nuevo empató el partido (22-22) a falta de ocho minutos y Aguinagalde se encargó de desbaratar cualquier atisbo de gol en su portería. A cuatro minutos para el final, el Naturhouse logró ponerse por primera vez por delante en el marcador (23-22). Parra fue el artífice del delirio colectivo rematando un partido y haciendo posible una remontada merced a que el equipo de casa creyó en sí mismo y en sus posibilidades hasta el pitido final.
El Ademar por su parte no estuvo nada acertado en los minutos finales en sus lanzamientos y con dos minutos a su favor no consiguió mover su casillero a pesar de tener la 'ayuda' de unos arbitros que no estuvieron nada acertados. Pitaron un pasivo inexplicable al equipo de casa y dos minutos rigurosísimos a Garabaya. Pero finalmente, justa y trabajada victoria del Naturhouse (24-22).
Luchando como se ha luchado hoy ante un grande, el equipo riojano deja claro que quiere volver, no sólo a la senda del triunfo, si no a mostrar ese buen balonmano que tanto encadila a su público.