Reporteros sin Fronteras (RSF) ha pedido a las autoridades de Guinea Ecuatorial que “pongan en libertad” sin demora al periodista guineano Rodrigo Angüe Nguema, corresponsal de la Agencia France-Presse (AFP) y Radio France Internationale (RFI) y único corresponsal de la prensa extranjera en el país. Angüe está encarcelado en el penal de Black Beach, desde el pasado 17 de junio bajo la acusación de haber difundido una información falsa.
Según ha declarado la organización en un comunicado, “su encarcelamiento evidencia el ensañamiento de las autoridades con los periodistas, en ese país refractario a la libertad de prensa”. Añadió que “todavía no se ha fijado fecha para el juicio y resulta incomprensible que a Rodrigo Angüe Nguema le tengan encarcelado como a un vulgar bandido”.
Según datos de la agencia de noticias APA, varios agentes de seguridad vestidos de civil detuvieron el miércoles de la pasada semana a Rodrigo Angüe, lo esposaron y lo trasladaron a un tribunal de Malabo. En el tribunal, el juez de instrucción Agustín Chicampo le envió al penal de Black Beach porque no pudo pagar una fianza de 20 millones de francos CFA [unos 30.500 euros] después de ser acusado de difamación, según señaló el abogado Fabián Nsue Nguema.
El origen de la acusación contra Angüe se da porque, en el pasado abril, difundió a través de AFP y RFI una información según la cual Mamadou Jaye, de origen gambiano y director de la compañía aérea nacional Ceiba, había huido del país llevándose 3.500 millones de francos CFA [alrededor de 5 millones de euros]. El periodista se había hecho eco de unos rumores que circulaban por Internet, y que había contrastado con fuentes locales. L información resultó ser falsa y el periodista lo reconoció.
Rodrigo Angue continúa encarcelado en Black Beach y el abogado Fabián Nsue está a la espera de poder entrevistarse con él para organizar la defensa, según informó anoche la Asociación para la Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial (ASODEGUE). Según RSF, desde el día que le detuvieron su esposa no ha conseguido autorización para visitarle, y afirman estar “enormemente preocupados” por la violencia que impera en la cárcel del Black Beach.