La jornada 19 del Grupo 2 de 1ª Federación ha echado el cierre a la primera vuelta de la liga, un campeonato que está trayendo más disgustos que alegrías para el fútbol riojano. El fin de semana ha dejado dos empates y una derrota de los equipos de la comunidad. Con los tres choques programados el domingo, el Calahorra de Carlos Pouso volvió a sucumbir una semana más, esta vez ante el Intercity (1-0).
Los guarismos rojillos son muy preocupantes con tres derrotas seguidas y nueve jornadas consecutivas sin sumar de a tres. De los 57 puntos que se han puesto en juego desde agosto, el Calahorra solo ha sumado 13, lo que le ha llevado a estar en el último escalón de la tabla. Queda exactamente la mitad de la liga por delante, poco más de cuatro meses para remar contra viento y marea y salvar a un club que hace dos años peleó por subir al fútbol profesional.
Ser contundentes en casa es clave, y los riojabajeños tienen ante sí una buena oportunidad para empezar a construir un relato positivo en La Planilla, puesto que sus dos siguientes compromisos ante Barça Atlètic (sábado 21, 17:00) y Sabadell (domingo 29, 12:00), serán en casa. Estos dos duelos iniciarán una segunda vuelta que debe de ser casi perfecta para que en Calahorra puedan seguir presumiendo de ser de bronce.
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Competir
La SD Logroñés volvió a pelear de tú a tú ante todo un Numancia en Las Gaunas (1-1) y, aunque no pasó del empate, seguramente mereció sacar algo más. La primera vuelta blanquirroja es como para que sus seguidores lo celebren por todo alto: 10º puesto y 26 puntos. Eso sí, ahora ya la distancia respecto al descenso (+3) está más cerca que el sueño imposible o casi imposible del Playoff (4 unidades de diferencia).
El discurso de Raúl Llona no varía un ápice, el objetivo y la obsesión sigue siendo la misma: la permanencia. Sin embargo, la imagen del equipo y el nivel que está demostrando dan argumentos como para creer que la SDL puede estar peleando por cotas más altas en primavera. El tiempo dictará sentencia, pero el reto más próximo vuelve a ser de altura. El Nàstic de Tarragona, que ha cesado a Raül Agné este domingo y, el Nou Estadi Costa Daurada, esperan a los logroñeses el domingo a las 12:00. Por el momento, el segundo técnico, Dani Vidal, se hace cargo de un equipo catalán que espera a un nuevo míster.
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Realidad
“Somos conscientes de que esta situación no la queríamos vivir, pero es la realidad”. Esta es la contundente y directa frase que deslizó el capitán de la UD Logroñés Iñaki Sáenz, en la entrevista postpartido dominical emitida por su club. Los de Natxo González salieron vivos de Castalia sumando un punto (0-0), gracias en parte a la buena actuación de Gonzalo Crettaz bajo palos.
En otras circunstancias, sumar en un campo como el del Castellón sería muy positivo, pero la UDL ha cerrado una primera vuelta para olvidar con tan solo 20 puntos y en puestos de descenso (18º). Aún hay tiempo para todo, la salvación está a cuatro y el Playoff a diez, pero precisamente, son diez las jornadas que acumulan los riojanos sin celebrar una victoria liguera. Semana tras semana, el 0-1 al Alcoyano del 23 de octubre (jornada 9) va creando una sombra cada vez más alargada en las cabezas de los aficionados.
Toca salvarse, no hay más, pero para eso, hay que ganar. Los logroñeses tienen 19 encuentros para demostrar que merecen estar en 1ª Federación y así, sin anestesia, sus dos próximos rivales serán de la zona roja. El domingo 22 a las 12:00 en Las Gaunas, el Atlético Baleares pone a prueba al conjunto blanquirrojo y siete días después, Lezama y el Bilbao Athletic (domingo 29 a las 12:00), cerrarán el primer mes del año para el equipo de González.
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