Reputado creativo publicitario, tertuliano, personaje televisivo y polémico en el concurso de Operación Triunfo...lejos de esta última imagen que permanece en el imaginario de todos, Risto Mejide quiere resaltar su pasión por la escritura y Rioja2 ha buceado en las entrañas de su nuevo libro 'Que la muerte te acompañe' (Espasa), primera novela (antes había escrito dos libros de no-ficción), donde reinterpreta la Divina Comedia de Dante Alighieri en formato 2.0. y plantea una reflexión irónica sobre la vida, el amor, la memoria y los sentimientos.
El libro cuenta la historia de Toscano, un cajero de súper amargado y enamorado secretamente de una de sus clientas, Paula, que muere repentinamente y descubre -guiado por el agente de almas, Max- que en el camino hacia el cielo (para Risto el Corte Inglés) poco importa lo hecho en vida, sino más bien cómo se vende.
Mejide nos confiesa que la trama es una excusa para expresar su opinión sobre las “cosas verdaderamente importantes de la vida”: la familia, los amigos, el amor, la coherencia y la incoherencia.
Rioja2: Como publicista que eres, y como una de las finalidades de la promoción del libro que es que éste se venda...¿con qué eslogan resumirías tu libro para atraer su atención?
Risto Mejide: la mejor campaña esta dentro del libro, está escrito dentro, no importa lo que diga un autor de su libro como lo que digan de el los lectores. Lo que pueda yo decir de él, seguro es peor de lo uno pueda extraer. Estoy convencido de que esta muy bien por ello lo escrito y lo
mejor que espero es el boca-oido, que la gente se lo recomiende.
R2:Dicen que la realidad supera a la ficción, pero en tu novela da la sensación de que la
ficción supera la realidad, el amor se vive más allá de la vida, como el de Toscano y Paula, es aquel que nunca se llega a consumar, a conocer, es mejor que se quede en el imaginario, ¿está la sociedad muy acostumbrada a conseguirlo todo y poco preparada para la frustración?
R.M: Las exigencias han ido incrementando y no me extraña que la gente esté frustrada, el mundo se basa más en objetivos que en valores, hay mucha competitividad y se imponen listones altos en ventas como un director de marketing que tiene que vender si no le echan..los jóvenes creen que van vivir peor que sus padres antes incluso de incorporarse al mercado laboral cuando sus expectativas son voy a mejorar lo que han hecho mis padres y luego se topan con la realidad, no me extraña que haya desmotivación...
R2: En el libro se habla también del éxito y fracaso en la vida..¿qué es el éxito para ti?
R.M: En el libro un personaje le dice al otro “El éxito es un proceso, un reconocimiento íntimo”, y que no tiene nada que ver con lo que te pase fuera, puedes ser exitoso y no tener o merecer un reconocimiento en toda la vida.
R2: Veo que la ficción se entremezcla con muchas reflexiones o citas que parecen sacadas de tu mundo interior..qué tanto por ciento tiene este libro de Risto como persona si te has desnudado de cierta forma, de Risto filósofo de la existencia, de creativo, o de más que de polemista de sacudidor de conciencias?
R.M: La primera intención es que la gente se entretenga y le enganche. Luego si hay otra intención que subyace sería el de servir de autoayuda y sí, ¿por qué no? sacudir algunas conciencias que uno se plantee y reflexione aspectos de la existencia y de la vida que a mí me importan. No pretendo dar una receta, pero sí pongo mi punto de vista.
R2: Reflejas uno de los valores más supérfluos y menos reflexivos que es el consumo, la sociedad devora productos, medios de comunicación y ahora noticias e información con Internet ¿nos hace reflexionar sobre lo efímero de la existencia y por tanto del éxito?
R.M: La única deuda que tengo al sentarme a escribir es el momento con el lector, no me he planteado este libro como objeto de consumo e imprescindible. Me parecería inmoral pensar antes de escribir una obra hacerlo en términos de más o menos ventas. Mira, a través de las redes sociales estoy recibiendo muchos mensajes de gente que no había cogido un libro en su vida diciéndome que le ha encantado, y eso sí es un éxito, el lograr que algo cambie dentro de la gente.
R2: Como recomienda el personaje de Max en el libro, “en la vida lo importante es como te vendas tú”, muchos piensan que tú mismo has gestionado tu imagen corporativa a través de tu marca , pero la marca Risto, como otras perdurará en el tiempo si tiene un buen mensaje, un buen fondo, que trascienda incluso más allá de la vida... cuando desaparezca Risto de este mundo, ¿cómo te gustaría que te recordasen?
R.M: como dice uno de mis referentes, Woody Allen, cuando le preguntan sobre la inmortalidad dice “espero no verme ahí, lo único que me interesa de ella es no morirme”, he pasado de agnóstico, a ateo y a apóstata y el tema del más allá no me preocupa, sino tener una buena existencia y hacerlo pasar bien a los que me rodean y aspiro a dejar un buen recuerdo a mis seres queridos, todo lo demás...ya sabes que lo demás se lo lleva Hacienda... (risas).
R2: En el libro, el más allá pasa a ser unos grandes almacenes y Dios vive en la última planta, junto a la cafetería...toda una declaración de intenciones sobre tu postura frente a la religión...pero, ¿Dónde hay más mentira, en la IGLESIA o en Publicidad?
R.M: Son lo mismo ¿no? No se diferencian mucho...La religión es una venta del producto perfecto que es la vida eterna, es perfecto porque lo has de consumir en un plazo de tiempo determinado y puedes ponerle el precio que quieras porque nadie se ha quejado para devolver ese producto.
R2: También se reflexiona sobre otro de los pilares de la conciencia: la verdad y la mentira; ¿te encuentras con muchas marcas que venden humo?
R.M: Sigo a Javier Regueira y él comenta “hay pocas marcas y muchos anunciantes” y así ha sido siempre, mantener una marca es difícil, y más aún crearla y poco perderla, lo mismo ocurre en las marcas personales. Las marcas engañosas están en clara decadencia, en marcas importantes como los gobiernos, hay filtraciones que sacan a la luz sus mentiras como Wikileaks, y cada vez cuesta más ocultar cosas.
R2: en la novela aludes constantemente a la publicidad y las nuevas tecnologías y no es casualidad, ahora hay que gestionarse una reputación off y online.
R.M: La gran revolución del 2.0, es que ahora “somos gestores de nuestra propia marca” y todos tenemos la oportunidad de hacernos una online, y ser responsables de nuestro nombre y apellido en las redes sociales, condición que antes solamente tenían que asumir las grandes marcas.
R2: te has declarado fanático de Twitter y tienes bastantes seguidores ya en Facebook ...te quita el sueño como a muchos el ego digital?
R.M: Sigo mucho Twitter por su inmediatez informativa y por tener un contacto directo con la gente que me sigue, antes las marcas pagaban por saber lo que opinaban de ellas, hoy lo puedes tener gratis y al alcance fácilmente. También lo utilizo como sparring, la gente te dice cosas buenas, malas...y suelo contestar e incluso “retwiteo” también los negativos..
R2: ¿Crees en que el poder está ahora en el cliente más que nunca y en sus conversaciones en la red?
R.M: Hemos pasado e un absolutismo mediático de tres o cuatro voces que dictaban lo que teníamos que hacer a una democracia en el que cualquiera en la red puede generar un tsunami de
información brutal. Fomenta la meritocracia, la gente que es buena y anónima y se curra sus seguidores , la red ha descubierto a talentos anónimos.
R2:Ya sé que estás aquí para hablar de tu libro, pero en inevitable hacer mención de tu
paso por la pequeña pantalla, cómo lo ves ahora desde las distancia, ¿cómo un paréntesis en tu trayectoria profesional, un punto y seguido o un punto y aparte?
RM: Ha sido un paréntesis interesante en mi vida, que no tiene por qué volverse a abrir, en su momento entretuve a una parte de la audiencia y se cerró el capítulo. Gracias a ello me hice notorio y popular, y lo devolví en puntos de share (audiencia) a quien me contrató y quedamos en paz, la verdad nunca fue mi principal medio de vida ni objetivo.
R2:Actualmente te hemos visto pasando de la pequeña a la gran pantalla, ¿que tal la experiencia en Torrente?
R.M: Santiago me invitó “para levantar la película, sino nadie hubiera ido a verla”..(risas), acepté desde el primer momento, le dije “mientras no me estreses, lo que me pidas”, me hubiera dado igual el papel, es un honor..
R2:Qué planes tienes, que te queda por hacer, ¿en qué te vas a reinventar?
RM: Escribir es lo único que sé hacer y siempre ha sido la forma de ganarme la vida, escribir en anuncios, libros o lo que sea.. quiero seguir sacándole rentabilidad a mi pasión.
R2: Se me ocurre podrías hacer una novela policíaca o de misterio sobre un robo de un millón de euros en un convento..
RM: (Risas)..Seguro que ya hay alguien detrás de la historia. Ahora no me planteo la próxima novela porque ahora quiero que los lectores disfruten de ésta a fondo.
R2:Nos hubiera gustado tenerte por La Rioja de promoción, ¿has estado alguna vez? ¿La conoces?
R.M: La concozco y me dio placeres en muchos sentidos...entre ellos el gusto por el magnífico vino que tenéis, su mejor promoción es su sabor inconfundible. Espero volver algún día.
R2:¿Con quién te tomarías un buen vino de Rioja?
R.M: (Pensativo)...Estoy pensando en alguien especial que le guste este vino especial..ah! Con mi padre...
Nos despedimos de Risto, de un Risto más ángel que demonio, no sin antes preguntarle por Julio Mejide, a quien dedica su novela, “es mi hijo, se lo dedico a él, si esto algún día merece la pena será para que vea lo que pensaba su padre con 36 años, cuando él empezaba la vida”.